El tío de la adolescente mallorquina Paula Fornés, José Fernández, compareció este jueves en la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo para reclamar la instalación de sistemas en los coches que controlen el nivel de alcohol en el conductor y no lo dejen arrancar si superan el máximo permitido. Fernández también entregó a los parlamentarios 103.000 firmas, recogidas en tan solo tres semanas, que respaldan esta iniciativa.
Los padres de Paula Fornés, junto con las familias de otras cuatro personas fallecidas tras ser arrolladas por conductores ebrios, presenciaron la intervención de José Fernández desde la tribuna del Parlamento Europeo. "Todos ellos deberían estar aquí hablando, pero no pueden porque están fallecidos", resaltó Fernández durante su alocución.
Asimismo, el tío de Paula Fornés abundó en que todas estas víctimas habían tenído "la fatalidad" de "encontrarse en su vida con un conductor que bajo los efectos del alcohol y de las drogas les quitó la vida". Fernández también destacó que en España la Policía Nacional o la Guardia Civil detectan una media de 450 conductores diarios que se ponen al volante bajo los efectos del alcohol o de las drogas. Entre un 40% y un 50% de los accidentes de tráfico responden a esta causa.
José Fernández insitió en que las cinco familias presentes en el Parlamento Europeo "hemos luchado para que el recuerdo de nuestros fallecidos sea la lucha por salvar vidas humanas" y "para que no vuelva a ocurrir".
El tío de Paula Fornés repasó que con la anterior recogida de 300.000 firmas lograron endurecer la ley en España para los conductores ebrios que matan a otras personas en los accidentes de tráfico. "Cuando beben lo hacen de manera voluntaria" y "tienen que tener la responsabilidad de no beber", puntualizó.
Tras esta reforma de la legislación española, la iniciativa que ha motivado su presencia en el Parlamento Europeo es reclamar que la institución regule el Sistema de seguridad de detección de alcohol en el conductor, el denominado DADSS en sus siglas en inglés.
Fernández insistió en la necesidad de que el Parlamento Europeo regule la instalación de este dispositivo ante la posible negativa de las marcas a adoptarlos por temor a perder clientes. "Todos los sistemas de seguridad se han olvidado de uno fundamental, que es si el conductor está en condiciones de conducir", puntualizó.
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