El bebé de cuatro meses ingresado en Son Espases con el llamado 'síndrome del zarandeo', por los presuntos traumatismos causados por su padre ha sido trasladado a planta y evoluciona favorablemente. La Policía Nacional arrestó a su padre por las supuestas lesiones a su hijo y el juez le ha impuesto, como medida cautelar, una orden de alejamiento de 200 metros de su hijo.
La voz de alarma se dio la semana pasada en el Hospital de Manacor después de que fuera atendido en Pediatría un bebé de corta edad, cuatro meses, con síntomas del 'síndrome del zarandeo'. Los facultativos llegaron a esta conclusión tras examinar los ojos del pequeño. Tras recibir el parte facultativo, la Policía Nacional se hizo cargo de la investigación del presunto caso de malos tratos y el pasado viernes detuvo al padre.
A tenor de la gravedad de las lesiones, los médicos ordenaron su traslado desde el Hospital de Manacor hasta la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de Pediatría de Son Espases. Sin embargo su estado ha experimentado una sustancial mejoría. Hasta el punto de que ha sido trasladado a planta.
Las pesquisas de los investigadores de la Policía Nacional continúan. El objetivo es determinar cómo se produjeron las lesiones que presentaba el bebé y si estas se las causaron de manera accidental o en un episodio violento.
El denominado 'síndrome de zarandeo' afecta sobre todo a los niños de entre un mes y cuatro meses, edad esta última que tiene precisamente el niño de Manacor. Algunos de estos zarandeos vienen provocados por padres que desean poner fin abruptamente al llanto del pequeño.
En estos casos, el débil cuello del bebé de pocos meses es incapaz de absorber el brusco movimiento de su pesada cabeza. Las lesiones vienen provocadas al golpear el cerebro del niño contra las paredes del cráneo. En función del grado de estos impactos pueden causar contusiones, hinchazón y hemorragia. Los especialistas determinan que el pequeño ha sufrido esta lesión al examinar los ojos del pequeño.
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