La Audiencia de Palma condenó este lunes a dos años de prisión a un joven por abusar sexualmente de forma continuada de un niño de nueve años, con cuya madre entabló una relación de confianza y amistad en un pueblo de la isla entre 2016 y 2017.

El acusado, de 26 años, admitió los hechos y también se conformó con la medida de cinco años de libertad vigilada con la obligación de residir en Llucmajor, una multa de tres meses con una cuota diaria de cinco euros y la prohibición de aproximarse y comunicarse con el perjudicado y su familia durante cinco años.

En concepto de responsabilidad civil, tendrá que indemnizar a la víctima con 3.000 euros por el daño moral causado.

El sospechoso no ingresará en la cárcel, porque la sala le ha suspendido la condena por un periodo de cinco años, con la condición de que pague la multa y se someta a un curso de formación en materia de educación sexual.

Los hechos ocurrieron entre octubre de 2016 y febrero de 2017 cuando el joven se ganó la confianza de la madre del niño, ya que era amiga íntima de su hermana. Así, se ofreció a llevar al menor al colegio y recogerlo, con la excusa de que también iba a la misma escuela su sobrina.

Durante estas fechas, hizo regalos al niño de gran valor económico para ganarse su cariño y confianza. Cuando se hallaba a solas con él, en el domicilio del acusado lo sometió a tocamientos íntimos y le masturbó en varias ocasiones. También, hizo que él le masturbara y le puso películas pornográficas en su ordenador.

El menor adquirió una conducta sexualizada y, finalmente, los comentarios del perjudicado y del encausado, llevaron a la madre del niño a sospechar de que el joven pudiera estar abusando sexualmente de su hijo, por lo que intentó cortar la relación entre ambos, negándose el acusado, quien tomó una actitud hostil hacia ella llegando a quitarle la conexión a Internet que en su día le proporcionó. Además, tras prohibirle relacionarse y verse con el niño y después de denunciarle, el sospechoso miró de forma intimidatoria al menor e incluso, en otra ocasión, le hizo el gesto de una peineta con la mano.

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