Un joven de 27 años fue detenido el pasado miércoles de madrugada por propinar un puñetazo en la cara y lanzar un teléfono móvil a la cabeza de su expareja en Palma. La víctima alertó a la Policía Local de que el acusado la había agredido y cuando los agentes acudieron al lugar encontraron al sospechoso escondido en un rellano de la finca. El chico admitió que habían discutido, pero negó haberle pegado.