Violaciones reiteradas a su ex mujer y a su hija, cuando tenía entre tres y once años, intento de homicidio de su exmujer y lesiones graves a su hija, a la que habría desfigurado arrojándole un líquido hirviendo. Estos son algunos de los siete cargos de los que la justicia británica acusa a James P. Berry, de 75 años, director del colegio King Richard III de Portals, en Calvià, por los que fue detenido el martes por la Guardia Civil en cumplimiento de una orden internacional y trasladado a la Audiencia Nacional, que deberá decidir sobre su extradición. El hombre ya fue detenido en marzo de 2016 por una denuncia por agresiones sexuales a su hija, pero ese caso se archivó en 2018 por falta de corroboración e indicios.

La autoridad judicial que ha dictado la orden internacional de detención de James P. Berry, de 75 años, es el sheriff de Edimburgo, tras una investigación sobre los delitos que habría cometido en diferentes localidades de Escocia entre 1964 y 1987.

En la petición de arresto se enumeran siete cargos contra el hombre. El primero se refiere a repetidas violaciones a su exesposa a lo largo de 23 años, entre 1964 y 1987, cuando vivían en Glasgow y otras ciudades de Escocia. El segundo es una agresión a su exmujer, a la que golpeó con un cinturón, arrojó encima líquido caliente y estranguló hasta dejarla sin sentido, con grave riesgo de su vida. Otros dos se refieren a varias violaciones a su hija durante el mismo periodo, cuando la víctima tenía entre tres y once años. Hay otras dos acusaciones de abusos sexuales cometidos contra su hija en el mismo tiempo. El último le acusa de graves agresiones a su hija ocurridas a principios de los años 70, a la que presuntamente llegó a arrojar un líquido hirviendo, lo que le causó importantes lesiones y la dejó desfigurada.

Todos estos cargos están penados por la ley británica con severas condenas que pueden llegar a ser de prisión perpetua, y varios de ellos, como las agresiones sexuales a la menor, no prescriben.

Estas acusaciones han dado origen a una orden internacional de detención dictada por el sheriff de Edimburgo, que llegó recientemente a la Guardia Civil de Mallorca. El sospechoso fue detenido el pasado martes por agentes de la Benemérita, que entregaron toda la documentación a un juzgado de Palma. El detenido fue trasladado al día siguiente a Madrid, donde compareció ante un juzgado de la Audiencia Nacional.

El arrestado se negó a ser extraditado, y el juez de la Audiencia Nacional ordenó su ingreso en prisión provisional mientras se decide si se le entrega o no a la justicia de su país.

James P. Berry fue detenido en marzo de 2016 por la Guardia Civil tras una denuncia de su hija, que relataba las agresiones sexuales que había sufrido durante su infancia. El hombre negó los cargos en el juzgado y atribuyó las acusaciones a una venganza laboral de su hija, que pretendería apartarle de la dirección del colegio King Richard III de Portals, del que es propietario, para ponerse ella al frente del centro.

El caso quedó archivado por un juzgado de Palma, que consideró que había una falta de elementos de corroboración de la denuncia.

Sin embargo, la familia del acusado trasladó la denuncia ante la justicia de su país, ya que una gran parte de los presuntos delitos habían ocurrido cuando residían en Escocia. Esta denuncia originó la investigación del sheriff de Glasgow que ha desembocado en su nueva detención para una posible extradición a Reino Unido.

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