Un escurridizo ladrón de 42 años ingresó en prisión tras ser detenido por la Guardia Civil como presunto autor de al menos seis robos en establecimientos comerciales. La inmensa mayoría de sus fechorías las había perpetrado en sa Pobla y Campanet.

Tras recibir numerosas denuncias de propietarios de establecimientos comerciales afectados, agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil de sa Pobla iniciaron una investigación para tratar de detenerle.

El delincuente mantenía un mismo patrón de comportamiento en todos sus golpes. Este mismo 'modus operandi' permitió a los investigadores del instituto armado identificar al ladrón a tenor de los indicios recabados en las fechorías.

Así, el malhechor practicaba la técnica del escalo para llegar hasta una ventana o a una puerta. Una vez forzada, accedía al interior y allí se apoderaba de todo el dinero en efectivo que hubiera en el local.

En uno de los establecimientos desvalijados, el delincuente realizó daños por valor de 7.000 euros antes de saquear todo el dinero contenido en las cajas registradoras.

Los investigadores mantuvieron numerosas entrevistas con perjudicados y con testigos. Fruto de estas pesquisas, más las huellas encontradas en los establecimientos desvalijados, los expertos identificaron al delincuente y le detuvieron por al menos seis robos en sa Pobla y Campanet. El juez le envió a prisión.