El abogado defensor de Ioan Ciotau, condenado a 22 años de prisión por asesinar a cuchilladas a su mujer, Lucía Patrascu, en el balcón de su casa en el Port de Pollença el pasado 29 de mayo de 2016, pidió este miércoles ante el Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJIB) que se le rebaje la pena.

La defensa solicitó que la sala le imponga diez años de cárcel por homicidio, o de forma alternativa, 20 años, extremos a los que se han opuesto de forma rotunda todas las acusaciones, que han reclamado la confirmación de la primera condena de 22 años de prisión.

El asesino, Ioan Ciotau, de 60 años y origen rumano, permanece encarcelado. Este miércoles no asistió a la vista oral celebrada en el TSJIB. El abogado defensor recurrió en apelación la sentencia del jurado popular y planteó que no hay alevosía en el crimen ni tampoco se puede apreciar la circunstancia agravante de parentesco, como dictaminó el tribunal popular en su veredicto. Según su tesis, el ataque que sufrió la víctima no fue sorpresivo ni fruto de una emboscada. Además, la relación de pareja estaba rota, ya que Patrascu se marchó de su casa tres semanas antes de ser asesinada. Por ello, la defensa pide la pena mínima de diez años por homicidio.

El abogado de Ciotau también mantiene que hay que apreciar las atenuantes de trastorno mental transitorio, reparación parcial del daño, confesión y dilaciones indebidas. En el caso de que el TSJIB ratifique que se trata de un asesinato, interesa que se le imponga al acusado 20 años de cárcel al valorar que se disculpó y se mostró arrepentido al final del juicio.

Tanto la fiscal, como la acusación particular y popular, han impugnado el recurso de apelación y han pedido al tribunal que lo desestime y confirme la condena inicial de 22 años al considerarla proporcionada y ajustada a Derecho.

Las acusaciones recalcaron que Lucía Patrascu, de 47 años, no pudo defenderse, ya que la primera de las seis puñaladas que sufrió se produjo por la espalda. "Fue un ataque súbito y sorpresivo", subrayó el abogado de la acusación particular. Además, el crimen se produjo en un espacio reducido, en el que la mujer no podía escapar. La fiscal destacó la frialdad del acusado y rechazó que se le imponga la pena mínima por unos hechos tan reprochables. Según las acusaciones, el vínculo marital seguía vivo y Ciotau mató a su esposa por unos celos exacerbados.