La Policía Nacional y la Guardia Civil han detenido a una pareja de jóvenes rumanos como presuntos autores de once robos de relojes de lujo a personas mayores cometidos desde octubre en Palma y PalmaCalvià. Los sospechosos forman parte de una banda formada por ocho personas que actúa en toda España y habría sustraído una treintena de relojes en la isla. Habitualmente utilizan la técnica del abrazo amoroso, pero no dudan en recurrir a la violencia si las víctimas oponen resistencia. El botín de estos robos supera los 300.000 euros.

Estos dos acusados fueron detenidos a mediados de semana por la Guardia Civil y, tras quedar en libertad por orden judicial, volvieron a ser arrestados por la Policía Nacional. Los dos cuerpos han llevado a cabo investigaciones paralelas sobre esta banda.

Las pesquisas del instituto armado se iniciaron en diciembre al detectarse un aumento de este tipo de robos en la zona de Calvià. El último atraco se produjo el pasado día 18 en Santa Ponça Los datos facilitados por la víctima permitieron averiguar cual era el vehículo utilizado por los ladrones, que fue interceptado por la Policía Local de Calviá con los dos acusados dentro. Ambos fueron arrestados y están imputados por seis robos de relojes de alta gama. Los detenidos, de 27 y 28 años, fueron puestos a disposición judicial el jueves y quedaron en libertad.

La Policía Nacional los arrestó de nuevo horas después. Los agentes les acusan de otros cinco robos de relojes de lujo similares cometidos en Palma. Además, los investigadores consideran que la banda de la que forman parte está detrás de otra veintena de hurtos de estas joyas, cuyo botín asciende a más de 225.000 euros.

Los delincuentes utilizan el procedimiento conocido como "abrazo amoroso" para cometer los robos. Este modus operandi consiste en que la mujer se acerca a las víctimas, normalmente personas de avanzada edad, con la excusa de preguntar una dirección o pedir su firma para una asociación. Durante la conversación, comienza a tocar y agarrar a las víctimas para robarle el reloj, llegando a utilizar la violencia si la víctima se da cuenta. Una vez conseguido el objetivo, se da a la fuga hacia un vehículo en el que le espera un hombre. Tras los robos, los autores viajan a la península, habitualmente a Barcelona, donde residen. La organización utiliza a otras personas para poner vehículos a sus nombres y así dificultar aún más su persecución o identificación.

Durante la investigación se ha identificado a otros ocho integrantes de esta banda, entre ellas una mujer de 26 años de edad que fue detenida in fraganti en diciembre, cuando abordó a una víctima en Palma y la agredió.