Un motorista sin carné y sin seguro emprendió una alocada huida por Palma de los policías que le habían dado el alto. El joven, de 20 años, condujo sobre la acera, poniendo en apuros a los transeúntes, e intentó escapar corriendo tras ser interceptado por uno de los agentes. Fue detenido por los presuntos delitos de atentado, contra la seguridad vial y conducción temeraria.

Los hechos ocurrieron sobre las 20.45 horas del domingo en la calle Julián Gayarre, del barrio palmesano de Son Oliva. Una patrulla motorizada de la Policía Local se percató de que el ciclomotor que tenían delante no llevaba retrovisores y le dieron el alto. El acompañante se apeó de la moto y cuando los agentes le pidieron al piloto la documentación dio un brusco acelerón y emprendió la huida.

Lo que en principio pasaba por una comprobación rutinaria por la falta de un elemento de seguridad del ciclomotor, el retrovisor, se tornó en una desmadrada persecución por las calles de Palma. El motorista puso en serio peligro a los viandantes, mientras los agentes le perseguían a una distancia prudencial para minimizar los riesgos.

Peatones despavoridos

Así, el motorista enfiló la calle Eusebio Estada. Al ver que los agentes de la Policía Local le iban ganando terreno, el fugitivo no tuvo reparos en subirse a la acera y apretar al acelerador, pese a que multitud de peatones caminaban por ella. Algunos de ellos tuvieron que huir despavoridos. Una mujer que paseaba al perro tuvo que salir a la calzada para evitar que tanto ella como su mascota fueran arrolladas.

El joven infractor prosiguió la marcha por la calle Arquitecto Gaspar Bennàsar y otro peatón tuvo que esquivar al ciclomotor para no ser atropellado. Los agentes le dieron alcance, pese a que extremaron las precauciones circulando por la calzada, uno de los policías le cortó el paso al colocar su motocicleta delante.

El ciclomotor del fugitivo que emprendió la huida por la barriada de Son Oliva. POLICIA LOCAL

El fugitivo no aminoró la marcha, a pesar de tener a un Policía delante de él. De hecho embistió con su ciclomotor a la motocicleta del funcionario. A continuación intentó proseguir la huida a la carrera, pero los agentes no tardaron en darle alcance y le redujeron.

El motorista justificó su alocado comportamiento en que no tenía carné de conducir ni habia subscrito el seguro obligatorio del ciclomotor. Lo que en un principio podría constituir una infracción administrativa se tornó en una acumulación de infracciones penales, después de haber puesto en serio peligro a al menos dos transeúntes.

La reacción desmesurada del piloto del ciclomotor derivó en su detención por los agentes de la Policía Local que participaron en la persecución. Fue arrestado por los delitos de atentado a agentes de la autoridad, contra la seguridad vial y conducción temeraria.