La fiscalía pide 14 años de prisión para dos hombres acusados de rajar la cara con una botella rota a otro durante un atraco en Palma. La víctima sufrió profundos cortes, precisó 21 puntos de sutura y le han quedado varias cicatrices como secuela. Los procesados están imputados por delitos de robo con violencia en grado de tentativa y lesiones con instrumento peligroso. En el violento asalto participó otra persona que no ha sido identificada. El juicio, previsto para ayer, fue aplazado al no comparecer un testigo.

Los hechos, como adelantó este diario, ocurrieron hacia las cinco y media de la madrugada del pasado 16 de agosto en la calle Lluís Martí, junto a la plaza Francesc Garcia Orell. Según el relato de la fiscalía, los acusados y otra persona abordaron a un hombre de 45 años con intención de robarle sus pertenencias. Le metieron las manos en los bolsillos para quitarle lo que llevara, pero la víctima se resistió.

Uno de los asaltantes cogió entonces una botella de cristal y la rompió contra el suelo. Mientras sus dos compinches sujetaban al hombre, golpeó dos veces al perjudicado en la cara con el envase roto. Los delincuentes se dieron entonces a la fuga sin llevarse nada.

La víctima fue traslada a Son Espases. A consecuencia de la agresión, la víctima sufrió un corte de 15 centímetros en la cara y dos en la nariz. Los médicos le aplicaron 21 puntos de sutura y tardó un mes en recuperarse de las lesiones. Como secuelas le ha quedado un descenso permanente de un párpado y una gran cicatriz en la cara.

El grupo de Homicidios de la Policía Nacional se encargó de investigar el caso. Los agentes arrestaron tres días después a un sospechoso y dos semanas más tarde a otro. Ambos ingresaron en prisión provisional por orden judicial y siguen recluidos por esta causa.

La fiscalía considera que estos hechos constituyen un delito de robo con violencia en grado de tentativa y otro de lesiones con instrumento peligroso. El ministerio público reclama sendas penas de siete años de cárcel para los dos acusados y pide que indemnicen a la víctima con 30.200 euros por las lesiones y las secuelas. También solicita que se les prohíba acercarse y comunicarse con el perjudicado durante cinco años.

Estaba previsto que el juicio se celebrara ayer en un juzgado de lo penal de Palma. Los procesados no aceptaron el pacto que les ofreció la fiscalía y, ante la incomparecencia de un testigo, la vista quedó aplazada.