Un gato fue hallado agonizante con disparos de escopeta en la cabeza en Valldemossa. El felino fue trasladado a una clínica veterinaria en un intento desesperado por salvarle la vida, pero las lesiones que presentaba eran demasiados graves y falleció poco después. Las asociaciones Valldemossa Cats i Cans y Baldea han pedido colaboración ciudadana para identificar al autor para denunciarle por un delito de maltrato animal con resultado de muerte.

El animal estaba esterilizado y formaba parte de una colonia de gatos controlada de la urbanización Sangril·la de Valldemossa. El felino vivía en un jardín particular y recibía comida de forma regular.

Las asociaciones Valldemossa Cans i Cats y Baldea condenan este acto "cruel y despiadado". Al mismo tiempo hacen un llamamiento a los cazadores y a las personas que utilizan armas regularmente "a que respeten las normas, porque existen leyes que castigan estos actos de maltrato animal". Asimismo ambas entidades les instan a que no cacen cerca de zonas habitadas y les conminan a que no disparen a los gatos.

Los dos colectivos animales subrayan la importancia del control de la población felina y denuncian los estragos que padece cíclicamente. "Cada año, en época de caza, desaparecen much0s gatos de particulares con la incertidumbre, la tristeza y el sufrimiento que supone para sus dueños no saber dónde están y si están malheridos", denuncian.

Desde la Policía Local de Valldemossa confirmaron que recibieron el miércoles la denuncia por la muerte del animal. Según su información, la propietaria del gato había estado unos días fuera del país y a su regreso se había encontrado al animal agonizante en su jardín. Cuando lo llevó al veterinario descubrieron que había recibido disparos de balines.

Los proyectiles que causaron la muerte al animal.