Un prostíbulo de Pere Garau llegó a mover el pasado mes de enero 176.000 euros. Las aproximadamente 15 mujeres sudamericanas que ejercían allí la prostitución estaban en condiciones infrahumanas. El dueño, de 65 años, ha sido detenido por la Policía Nacional por un presunto delito relativo a la prostitución y blanqueo de capitales. Tras pasar esta mañana a disposición judicial, el juez le ha retirado el pasaporte.

Las investigaciones de la Unidad Contra Redes de Inmigración Los agentes tuvieron conocimiento de las lamentables condiciones en las que se encontraban una serie de mujeres que ejercía la prostitución en un burdel de la calle Pere Garau.

Algunas de las chicas ejercían la prostitución durante 18 horas consecutivas, con solo seis de descanso y las tenían que repartir a lo largo del día. Las mujeres dormían todas hacinadas en literas en un antiguo patio, habilitado como habitación. Le habían colocado un techo prefabricado.

Las mujeres eran brasileñas, colombianas, dominicanas y paraguayas en su mayoría. Algunas de ellas se encontraban en situación irregular y ninguna estaba dada de alta en la seguridad social. Otras habían entrado como turistas durante tres meses y varias de ellas se encontraban en situación de extrema necesidad.

El coste de los servicios oscilaba entre los 50 euros la media hora y unos 100 euros la hora. El proxeneta se quedaba con entre el 40 y el 50% del dinero que pagaba el cliente por cada servicio sexual. A esta cantidad se sumaba el dinero de las consumiciones de bebidas, que se los quedaba íntegramente el propietario.

En la vivienda había una serie de órdenes escritas en carteles donde se les remarcaba las estrictas normas y las sanciones que acarreaba el incumplimiento. "Las chicas de 24 horas tienen un solo día libre a la semana y tres horas libres al día, la que no cumpla esta norma cobrará el 50% sin previo aviso", rezaba un escrito.

Durante la entrada en el inmueble, los agentes han encontrado 3.135 euros en efectivo. En una agenda, el proxeneta tenía anotados todos los movimientos de dinero. Así, el pasado mes de enero tenía apuntado unos ingresos de 176.000 euros. El detenido cuenta con antecedentes por hechos similares.

El detenido negó este miércoles en el juzgado que obligara a las chicas a prostituirse. Dijo que solo les alquilaba las habitaciones, y que vivían allí las que querían. El juez le dejó en la libertad con la prohibición de salir de España.