La Audiencia de Palma, considerado como el cabecilla de una red desarticulada en 2010 por la Guardia Civil de Baleares, a una pena de cinco años de prisión y una multa de 250.000 euros por un alijo de más de 30 kilos de anfetaminas con destino a Mallorca. La droga que procedía de Holanda, fue incautada en Bilbao y Vitoria. Precisamente, en esta última localidad los agentes desmantelaron un laboratorio que el sospechoso tenía para manipular y envasar las sustancias estupefacientes.

Un juzgado de Palma investigó el entramado con conexiones internacionales y el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil en Mallorca logró desarticular la estructura de la organización y sus distintas ramificaciones entre 2009 y 2010. Una de estas ramas estaba asentada en el País Vasco y se dedicaba a introducir drogas de síntesis en España, procedentes de Holanda. Uno de los responsables de este grupo, un hombre de 43 años natural de Ermua (Vizcaya), fue investigado hasta ser detenido en Bilbao el pasado 28 de abril de 2010.

El acusado fue sorprendido dentro de un coche, un Peugeot 407 con matrícula alemana, en el que viajaba como copiloto. El conductor, de origen belga, presuntamente ejercía las funciones de correo para la banda. Ambos fueron interceptados por los agentes en las inmediaciones de la avenida Londres en Bilbao.

Luego, los investigadores examinaron y registraron de forma minuciosa el automóvil y lograron descubrir un alijo de droga oculto en un doble fondo del coche.

22 paquetes con droga

Los agentes hallaron dos habitáculos en el chasis del turismo, detrás de los faros delanteros, donde se escondían 22 paquetes con una sustancia amarillenta que resultó ser anfetamina. En total, consiguieron aprehender cerca de 20 kilos de esta sustancia.

Con posterioridad, tras un registro en un local que tenía alquilado el principal sospechoso en Vitoria, los investigadores acabaron interviniendo otros siete alijos con más de diez kilos de anfetamina. La droga incautada, más de 30 kilos, está valorada en el mercado ilícito en más de 600.000 euros, según los especialistas.

La semana pasada, el encausado, que está en prisión provisional, fue excarcelado y trasladado a la Audiencia de Palma, donde se celebró la visa oral. El hombre, que cuenta con antecedentes por narcotráfico ya que fue sentenciado a nueve años de prisión por la Audiencia de Bilbao en 2007, reconoció los hechos ante el tribunal de la sección segunda. Se declaró autor de un delito de tráfico de drogas.

Inicialmente, la fiscalía solicitaba para él una pena de nueve años de prisión y una multa de medio millón de euros al apreciar la circunstancia agravante de reincidencia. El día del juicio, el ministerio público rebajó su petición a cinco años de cárcel al tener en cuenta también las atenuantes de dilaciones indebidas y toxifrenia, ya que el caso se remonta a 2009 y 2010 y el acusado en esas fechas era adicto a las drogas.

El hombre se conformó con la pena de cinco años de prisión y 250.000 euros de multa. Al finalizar la vista, se dirigió a la sala y pidió perdón al tribunal, ya que en una ocasión anterior se mostró muy alterado: "Muchas gracias y perdonen las molestias. La otra vez yo no estaba bien".

La Guardia Civil de Balears le investigó y le siguió los pasos también por una localidad cercana a Tarifa (Cádiz) donde sospechaban que se dedicaba a traficar con alijos de hachís procedentes de Marruecos. En el local que tenía alquilado en Vitoria, los agentes desmantelaron un laboratorio con una envasadora, envoltorios de plástico, un molinillo, suero fisiológico y otros útiles para preparar y manipular la droga.