Rafael Pantoja, el hombre encarcelado por asesinar a cuchilladas a su expareja Sacramento Roca en noviembre en Palma, fue sometido ayer a una ampliación de la prueba caligráfica por el acoso denunciado por la víctima. El sospechoso ya aportó una muestra de su letra para compararla con la de los carteles sexuales colgados en la ciudad con el teléfono de Roca. Sin embargo, los analistas reclamaron un escrito más amplio para determinar si Pantoja fue el autor de estos anuncios.

El acusado fue trasladado ayer por la mañana desde el centro penitenciario a Vía Alemania, donde compareció en el juzgado de violencia sobre la mujer número 2, que instruye la causa por el supuesto acoso. Roca denunció esta situación cuatro días antes de ser asesinada, pero la Policía no la tramitó como un caso de violencia machista ni aplicó el protocolo correspondiente.