Los investigadores de la Guardia Civil sospechan que los tres tripulantes del velero Dreamland se podrían haber desentendido del barco tras haberlo llevado a Siracusa. Máxime cuando el supuesto anuncio de devolverlo a Mallorca a sus familiares estos días no se cumplirá. Un temporal azota el Mediterráneo estos días y las pesquisas de los expertos del Instituto Armado apuntan a que dejarán el barco abandonado en el puerto.

De acuerdo con la versión de los tripulantes a sus familiares, durante la singladura rompieron la vela mayor mientras se dirigían a Italia y amarraron en el puerto siciliano de Siracusa. Sin embargo, el despacho del barco les impedía navegar fuera de Balears. Por este motivo, los tres individuos aseguraron que se dirigían a Eivissa y Formentera.

No obstante, una conversación del patrón del Dreamland a uno de sus hijos desvelaba que su intención real era trasladarse a Italia. Pese a las malas condiciones del mar reinantes en ese momento, el patrón del Dreamland tomó rumbo al país transalpino y se desentendía del supuesto cabotaje en Balears, como había estampado en el contrato.

Una serie de incógnitas no tardaron en aflorar en la extraña travesía. Ninguno de los tres ocupantes portó el teléfono móvil consigo. Tampoco activaron la radiobaliza para señalar su posición, pese a que la embarcación se adentró en un temporal.

Ante la falta de noticias de su progenitor, un hijo denunció el pasado día 11, ante la Guardia Civil de Eivissa, la supuesta desaparición de su padre y de sus dos acompañantes a bordo del Dreamland. Sin embargo, el tiempo de viaje contratado aún no había expirado. De hecho, el contrato establecía que los arrendatarios debían entregar la embarcación en Palma. Algo que evidentemente no ocurrió.

Cuando habían transcurrido dos días después de que hubiera expirado el plazo, el propietario del velero Dreamland denunció a los tripulantes ante la Policía Nacional. El dueño de la embarcación entendía que los tres individuos habían incurrido en un presunto delito de apropiación indebida.

A partir de ese instante numerosas incógnitas empezaron aflorar sobre el verdadero paradero de los tres tripulantes del Dreamland. Las sospechas de que pudieran tener intenciones delictivas aumentaron después de repasar los antecedentes de dos de los ocupantes del barco. En su historial consta el tráfico de drogas, homicidio y receptación.

Alerta en el Mediterráneo

Salvamento Marítimo, por su parte, se puso en contacto con puertos y clubes náuticos de España y de países del Mediterráneo para que comunicaran si el Dreamland amarraba finalmente allí. El pasado miércoles, el patrón contactó con su hijo para comunicarle que estaba bien y que volvería a Mallorca estos días. Algo que aún no ha hecho y dudan que haga.