Fue una persecución de película hasta acabar estrellándose aposta contra un coche patrulla de la Policía Local de Calvià. Un juzgado de Palma condenó ayer a dos años de prisión a un joven conductor drogado y sin carné por embestir un vehículo policial y causar heridas a dos agentes tras una alocada huida a toda velocidad de madrugada por las calles de Magaluf y Santa Ponça en marzo de 2018.

El sospechoso, de 22 años, confesó los hechos en la sede de Vía Alemania. La magistrada senteci sentencia 'in voce' contra él y le ha impuesto 90 días de trabajos comunitarios, dos años de cárcel, dos multas y la privación del derecho a conducir vehículos a motor durante cuatro años, lo que implica la pérdida de vigencia del carné, por un delito contra la seguridad vial por conducir sin carné, bajo los efectos de las drogas y a toda velocidad, por conducción temeraria, atentado a la autoridad y dos delitos leves de lesiones.

La juez apreció la circunstancia atenuante de reparación del daño porque ya se consignaron más de 1.300 euros por los daños ocasionados en el vehículo policial contra el que el acusado se estrelló.

Además, la magistrada absolvió a un segundo joven, el dueño del coche que protagonizó la persecución y que esa madrugada viajaba como copiloto, ya que debía responder como responsable civil pero ayer se retiró la acusación y la responsabilidad civil al haber sido ya satisfecha.

El conductor condenado no ingresará en prisión debido a que la jueza le suspendió la pena de cárcel, como había pedido la defensa, por un periodo de cuatro años en el que no podrá delinquir.

Los hechos ocurrieron el pasado 12 de marzo de 2018, sobre las cinco de la mañana, cuando el joven acusado conducía un turismo Ford Focus pese a que no tenía carné. El coche era de otro joven que le acompañaba como copiloto por la carretera de Magaluf, sentido Santa Ponça.

El sospechoso circulaba bajo los efectos de las drogas, con sus facultades psicofísicas mermadas, lo que limitaba gravemente su aptitud para conducir. Así, conducía de forma irregular a una velocidad superior a la permitida.

Cuando la Policía Local de Calvià se percató de la situación se dispuso a darle el alto. Los agentes le persiguieron con señales acústicas y luminosas, pero el acusado hizo caso omiso e incluso aceleró y circuló a mayor velocidad alcanzando más de 100 kilómetros por hora en una vía en la que el límite es de 50. El coche sospechoso llegó hasta la urbanización El Toro, se saltó la rotonda y entró en una calle sin salida.

Al percatarse de que no tenía salida, el conductor giró y se colocó frente al coche patrulla, que estaba en medio de la calzada. En vez de parar, aceleró, por lo que el vehículo policial se vio obligado a girar para evitar ser embestido.

El acusado siguió por la carretera de Magaluf, sentido Santa Ponça, siendo perseguido por la Policía. Durante la huida, fueron alertadas otras unidades de la zona, que acudieron y trataron de interceptar al coche fugado. Las patrullas intentaron cortarle el paso en dos rotondas. Una de ellas fue rebasada por el sospechoso y en otra, el coche de la Policía tuvo que apartarse para evitar la colisión.

Al final, el sospechoso se introdujo en la calle Puig de Sant Salvador sin salida. Una patrulla situó su vehículo en medio de la calle y el acusado, con ánimo de menoscabar el principio de autoridad de los agentes, dio marcha atrás y embistió el coche policial golpeándolo con fuerza. En ese momento, dos agentes se hallaban dentro y resultaron heridos en las cervicales.

El conductor acusado bajó del turismo y fue detenido. Presentaba síntomas de hallarse bajo la influencia de estupefacientes. Le hicieron el test de detección de drogas y dio positivo en cannabis y anfetaminas. Luego, el análisis de sangre confirmó el positivo en cannabis y ketamina.

Por su parte el coche patrulla de la Policía Local de Calvià sufrió desperfectos por valor de más de 1.300 euros.