En la parte posterior de sus chaquetas puede leerse "Salvamento Minero". La brigada asturiana desplazada a Málaga para rescatar a Julen, el niño que cayó a un pozo de 100 metros el pasado domingo día 13, está compuesta por ocho hombres entrenados para trabajar en situaciones extremas.

Llevan la mina en la sangre y conocen de primera mano los riesgos. Han participado en los últimos rescates de compañeros y uno de ellos, Lázaro Alves sufrió en sus carnes el zarpazo cruel de la mina. Perdió a su padre en uno de los mayores accidentes del carbón,el del pozo San Nicolás en 1995. En él fallecieron 14 mineros. Una desgracia que le hizo consagrar su vida al rescate de los demás.

Además de Lázaro Alves Gutiérrez, a la zona han sido desplazados Maudilio Suárez -de Laviana-, José Antonio Huerta Lamuño -también lavianés-, Adrián Villarroel Fernández, Jesús Alfonso Fernández Prado -al que muchos conocen como Chus Prado, yerno del dirigente del SOMA Armando Fernández Natal, "Mandi"- y Rubén García Ares. Completa el grupo Antonio Ortega, hijo de un actuario de minas, según indicaron fuentes sindicales.

El operativo de rescate

Dos mineros descenderán por el túnel -a través de una cesta o cápsula metálica de un metro de anchura y dos y medio de altura, construida expresamente por herreros de Alhaurín de la Torre para el rescate- con intención de practicar con medios manuales una galería de cuatro metros de longitud que conecte con el pozo donde se cree que está el pequeño. Transcurridos unos 30 o 35 minutos, estos dos primeros mineros serán relevados por otros dos mineros que seguirán picando y así sucesivamente hasta conseguir el objetivo.

El trabajo que espera a los mineros es de extrema dureza. Tendrán que taladrar la pared manualmente, con piquetas y martillos neumáticos. El trabajo se hará inicialmente de rodillas y posteriormente, una vez se gane cada vez más espacio, tendrán que abrir vía echados. La galería tendrá una altura de un metro veinte y una anchura de un metro. El ambiente será irrespirable, por lo que necesitarán los respiradores y los autorrescatadores.

Así es la cápsula con la que los mineros tratarán de rescatar a Julen

Para asegurar el techo y las paredes de la galería, los mineros utilizarán maderas que tendrán que cortar con hachas. Nada que no conozcan, puesto que se trata de personal muy experimentado. Finalmente, tras más de veinte horas de trabajo, cuando estén a punto de llegar al pozo donde se encuentra Julen, realizarán un sondeo para introducir una cámara en el interior y localizar al menor. Será entonces cuando entren en escena los especialistas en rescates de los Bomberos de Málaga, que serán los encargado de alcanzar al menor y sacarlo a la superficie.