Con media ciudad congregada en los foguerons de la Revetla de Sant Sebastià, el pirómano de Palma montó su propia hoguera. PalmaCuatro contenedores y un coche ardieron ayer de madrugada en Can Pastilla, en el enésimo incendio que sacude la noche palmesana en los últimos meses. Una oleada que se ha cobrado ya más de 330 depósitos y 330.000 euros públicos. Tampoco esta vez hubo testigos ni pruebas que permitan dar con el incendiario. La Policía Nacional no descartaba que esta vez las llamas comenzaran por las brasas de una parrilla arrojadas indebidamente a un contenedor, aunque otras fuentes de los servicios de emergencias destacaron que el siniestro sigue el patrón de los incendios intencionados. Emaya repuso en cuestión de horas los depósitos calcinados.

El escenario fue en esta ocasión la calle Dofí, en la zona alta de Can Pastilla. Al filo de las doce y media de la madrugada, varias llamadas alertaron a los servicios de emergencias de que una batería de contenedores estaba envuelta en llamas. Al lugar, frente al número 16, acudieron rápidamente dotaciones de los Bombers de Palma y patrullas de la Policía Local y el Cuerpo Nacional de Policía.

Para entonces, las llamas se habían extendido ya a cuatro de los cinco contenedores situados en ese punto. Además, el fuego afectaba también a un vehículo estacionado junto a los depósitos. Los equipos de emergencias centraron sus esfuerzos en evitar que el incendio continuara propagándose. En pocos minutos, los bomberos lograron sofocarlo.

Los cuatro contenedores quedaron destruidos. Al mediodía, Emaya ya los había repuesto por otros nuevos. Las fuentes consultadas no pudieron precisar los daños que sufrió el vehículo afectado por el incendio.

El siniestro engrosó la lista de contenedores quemados desde que, a finales de 2017, el pirómano de Palma empezó a actuar. Van ya 331 depósitos calcinados, cuyo coste para las arcas públicas supera ya los 330.000 euros. Esta oleada de incendios ha provocado un importante despliegue policial para aumentar la vigilancia e intentar capturar al autor, pero por el momento todos los esfuerzos han sido en vano. No hay pistas sólidas sobre quién está detrás de estos actos de vandalismo.

La Policía Nacional, que dirige las pesquisas para dar con el pirómano, no confirmó que este último incendio haya sido intencionado. Según la información oficial, se barajaba la posibilidad de que alguien arrojara a uno de los contenedores las brasas de una parrilla.