Cristòfol T.P., el hombre de 38 años detenido por la inquietante desaparición en agosto pasado del joven marroquí de 26 años Moustapha El Karchaoui en sa Pobla, ingresó ayer en prisión por orden judicial. El sospechoso negó tajantemente ante la magistrada de guardia de Inca cualquier implicación en los hechos y se presentó como un drogadicto con problemas psiquiátricos. La Guardia Civil lo detuvo por encubrimiento, pero la fiscalía sostiene que existen "numerosos indicios incriminatorios" de que participó directamente en la muerte de El Karchaoui y le acusa de homicidio. Los investigadores no han encontrado todavía su cadáver, pero están convencidos de que fue asesinado en un ajuste de cuentas vinculado al narcotráfico. Los agentes barajan la hipótesis de que el cuerpo fue descuartizado y arrojado a s'Albufera.

El sospechoso, representado por el abogado Miquel Àngel Ordinas, fue puesto ayer por la mañana a disposición del juzgado de instrucción número 1 de Inca. Declaró por primera vez desde su detención el pasado miércoles por la noche, pero solo respondió a las preguntas de su letrado. Cristòfol T.P. negó de forma rotunda haber tenido cualquier participación directa o indirecta en la desaparición de El Karchaoui.

El hombre aseguró que es consumidor habitual de cocaína, alcohol y anfetaminas. Según dijo, ha pasado por el Proyecto Hombre y actualmente sigue otro tratamiento médico de desintoxicación. También afirmó que padece trastorno obsesivo compulsivo, hiperactividad con déficit de atención y depresión crónica y que ha estado ingresado varias veces por problemas psiquiátricos. El sospechoso trató de demostrar su arraigo en Mallorca para eludir el ingreso en prisión, asegurando que toda su familia reside en la isla y que mantiene una relación de pareja desde hace 17 años.

Concluida la declaración, la fiscal solicitó el ingreso en prisión provisional sin fianza de Cristòfol T.P. por un delito de homicidio. El ministerio público sostiene que en las investigaciones de la Guardia Civil, bajo secreto de sumario, aparecen "numerosos indicios incriminatorios" contra él. La acusación entiende que existe riesgo de que el acusado destruya pruebas o se fuge, dada la gravedad de los hechos y la elevada pena que conlleva el delito de homicidio.

El abogado defensor, por su parte, reclamó la puesta en libertad del acusado con medidas cautelares como una fianza, la retirada del pasaporte o la prohibición de salir de Mallorca. Ordinas argumentó que tiene arraigo en la isla y ha negado su implicación en los hechos. Además, aseguró que no al no haberse encontrado el cadáver de El Karchaoui no puede afirmarse con rotundidad que esté muerto y, por tanto, que se haya cometido un delito de homicidio.

La magistrada Olga María Vicario accedió a la petición de la fiscalía y acordó el ingreso en prisión provisional sin fianza del sospechoso. La jueza hizo suyos los argumentos del ministerio público. El auto no expone las pruebas recabadas contra Cristòfol T.P. ni su nivel de implicación en la desaparición del joven, ya que la investigación se encuentra bajo secreto de sumario. Ya por la tarde, el sospechoso fue trasladado por la Guardia Civil a la cárcel de Palma

Investigación abierta

La Policía Judicial mantiene abierta la investigación para esclarecer qué le pasó a Moustapha El Karchaoui. El joven marroquí, residente al igual que el sospechoso en sa Pobla, fue visto por última vez el 17 de agosto de 2018. Aunque inicialmente no se consideró un caso preocupante, los agentes recibieron hace un tiempo informaciones de que el joven habría sido asesinado.

Los datos recabados por la Guardia Civil apuntan a que fue víctima de un clan de narcos de la localidad que le habría acusado de colaborar con las fuerzas de seguridad. Además, se baraja la hipótesis de que el cadáver de El Karchaoui fue descuartizado y arrojado a s'Albufera. Los investigadores han inspeccionado ya una finca en la zona de Can Picafort