El pirómano de contenedores de Palma ha mantenido una actividad frenética en las últimas dos noches. A los ocho depósitos destruidos esta madrugada en la calle Miquel Marqués, que han causado grandes daños en coches estacionados, árboles y fachadas, hay que sumar otro fuego que provocó la madrugada anterior en la calle Jaume Ferran, cerca de la Plaza de Toros de Palma, que destruyó otros cinco contenedores de basura.

Mientras tanto, la Policía Nacional ve como todos sus esfuerzos por capturar a este maniaco, que ha arrasado más de trescientos depósitos desde que comenzaron sus andadas en diciembre de 2017, han resultado por ahora en vano.

La Policía mantiene un gran dispositivo de vigilancia nocturna en busca del pirómano, a lo que se unen los trabajos de investigación del Grupo de Atracos, que recientemente ha capturado a los asaltantes de taxistas.

Sin embargo, la gran movilidad demostrada por el pirómano, y la aleatoriedad con la que actúa dificulta enormente los trabajos de vigilancia.

El pirómano ha vuelto a actuar esta pasada madrugada en su primera acción vandálica de 2019. El escenario que ha elegido el incendiario para prender fuego ha sido junto al Pac de ses Estacions, en el centro de Palma, donde ha destrozado unos ocho contenedores, repartidos en dos bloques en cada esquina. Las llamas han afectado a los árboles cercanos y ha calcinado un coche estacionado en las proximidades.

Los hechos han ocurrido en torno a las tres y media de la pasada madrugada en la calle Miquel Marqués de Palma. Un incendio, claramente intencionado, ha destrozado una decena de contenedores de residuos situados en la vía pública. Las llamas han alcanzado grandes dimensiones en poco tiempo. Hasta el punto de que han calcinado un coche estacionado en las proximidades han dañado otros vehículos y han afectado a varios árboles y al letrero de un restaurante.

Se trata de la mayor acción vandálica que ha cometido este incendiario en lo que va de año. En 2018, los incendios de contenedores supusieron daños de más de 300.000 euros después de destruir 300 depósitos. El incendiario se había tomado un descanso de unas tres semanas antes de volver a las andadas. La última acción que se le atribuye tuvo lugar el pasado 21 de diciembre en las proximidades de la Comandancia de la Guardia Civil de Balears en Palma. El pirómano desplegó de madrugada una actividad frenética y quemó una docena de depósitos de residuos repartidos en cinco calles. El fuego afectó a fachadas de edificios y afectó a varios coches aparcados en las proximidades.

Una dotación de Bombers de Palma ha acudido a sofocar las llamas para evitar que se extendieran aún más. Los incendios se habían producido en puntos distantes de la calle Miquel Marguès. Todo apunta a que el pirómano ha utilizado alguna sustancia acelerante, ya que los fuegos se habían extendido con suma rapidez.

La Policía Nacional y la Policía Local establecieron un dispositivo especial de vigilancia para tratar de capturar al pirómano, pero todavía no ha dado sus frutos. También solicitan la colaboración ciudadana para que den pistas fiables que conduzcan a su detención.