La Audiencia de Palma tiene previsto juzgar este miércoles a una mujer que obligó a otra a que se prostituyera, engañándola para que viniera a España para trabajar como camarera. La fiscalía le pide ocho años de cárcel y una indemnización de 16.800 euros.

Según el relato del ministerio fiscal, antes de octubre de 2017, la acusada organizó la captación, el traslado desde Nigeria y la posterior explotación sexual de la víctima, una mujer de 25 años, acuciada por una precaria situación económica en su país de origen.

Para el traslado desde Nigeria hasta España, la víctima viajó en una patera hasta Italia, donde fue ingresada en un campamento de refugiados en la zona del valle del Po. Desde ahí fue recogida por la acusada y trasladada a Palma desde Colonia en avión con documentación falsificada. Una vez en Mallorca, la víctima se alojó en la casa de la sospechosa que le informó que había contraído una deuda de 25.000 euros que debía saldar ejerciendo la prostitución en dos clubes de Inca.