La Policía Nacional ha detenido a ocho personas en Manacor por una estafa de 25 millones de euros a un centenar de empresas de todo el mundo. Los delincuentes, a través de la técnica 'man in the middle', realizaban ataques informáticos a firmas con un elevado volumen de facturación, interferían los correos electrónicos con pagos y desviaban el dinero a sus cuentas corrientes. Otras dos personas de esta banda han sido arrestadas en Toledo y Castellón.

Los delincuentes conformaban un grupo altamente especializado que utilizaba todo tipo de técnicas para realizar estafas: cartas nigerianas, cargos fraudulentos en cuentas bancarias de particulares o fraude del CEO. Al menos un centenar de empresas se considera que han sido víctimas de esta banda en España, Francia, Alemania, Italia, México y China.

Mediante el 'fraude del CEO' la organización se ponía en contacto con un empleado que tuviese capacidad para acceder a las cuentas de la empresa elegida como víctima. Se hacían pasar por su superior o su jefe para solicitar una operación financiera supuestamente confidencial y urgente.

La investigación policial se inició cuando agentes de la Sección de Fraudes Financieros de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) Central de la Policía Nacional, en colaboración con la Comisaría de Manacor, detectaron varias víctimas de estas estafas en Jerez de la Frontera. También contaron con apoyo de agentes de esta localidad. A raíz de las pesquisas, detectaron que había afectados de la organización por toda España. Su actividad delictiva se había prolongado durante más de tres años.

Para cometer las estafas, los delincuentes se hacían previamente con documentación falsa con la que abrían cuentas en diferentes entidades bancarias. A continuación, por medio de sofisticados ataques informáticos, conseguían interceptar correos electrónicos de estas empresas. La organización utilizaba tres métodos principales. El phishing, para modificar algún detalle de la cuenta de correo de la empresa proveedora para hacerse pasar por ella y luego contactaban con la entidad y les remitían el pago a su cuenta. También atacaban el correo electrónico del cliente, se apoderaban del correo del proveedor y le indicaban dónde tenía que hacer el pago. Por último, interceptando las comunicaciones entre proveedor y cliente. Al enviar los datos de la cuenta, estos les hacían llegar la de la organización.

El objetivo final era apoderarse del pago que hacían las empresas y organismos públicos. Entre los afectados se encontraban comunidades autónomas, corporaciones localesy grandes sociedades mercantiles privadas tanto españolas como extranjeras.

Una vez que desviaban el dinero de las empresas a sus cuentas privadas, los miembros lo distribuían con otros tres métodos. Mediante extracciones de efectivo en cajeros automáticos que efectuaban a comisión integrantes de la banda. El capital lo entregaban luego al líder, con domicilio en Manacor. También transferían la suma a cuentas de países de la Unión Europea y que luego era transferido a su vez a la organización, con apariencia legal. Por último el montante se enviaba a una empresa de Castellón, donde su propietario compraba material con destino a Nigeria para venderlo en este país africano y cuyas ganancias volvían a España en forma de transacciones comerciales de curso legal.

La operación policial ha concluido con la completa desarticulación de la banda y la detención de diez personas originarias de Nigeria, República Dominicana, Venezuela y España, entre las que se encuentran los máximos responsables. Los arrestados están acusados de organización criminal, estafa, intrusión informática, falsificación documental y blanqueo de capitales.

Asimismo, la Policía ha bloqueado 16 cuentas bancarias. En Manacor se han efectuado cuatro registros y uno en Toledo. Los investigadores también han intervenido siete documentos de identidad españoles falsificados con los que los detenidos abrían las cuentas bancarias fraudulentas, tres vehículos y numeroso material informático.

Las estimaciones apuntan a que los delincuentes podrían haber estafado solo en España una cantidad de dinero superior a los 600.000 euros. No obstante, esta cifra podrían incrementarse notoriamente una vez que se analice todo el material incautado.

Los delincuentes contaban con datos de contacto de más de 500.000 empresas españolas. Además, poseían las cuentas de correo electrónico de un millar de estas entidades con sus correspondientes claves de acceso. También habían obtenido información personal, sin el consentimiento de los afectados, que tenían preparados para utilizar en futuras estafas y cuentas monedero en bitcoins. Esta moneda virtual la utilizan para invertir sus ganancias y blanquearlas de una manera mucho más fácil.Los investigadores encontraron correos electrónicos con información de transferencias realizadas por empresas internacionales a otras entidades controladas por la organización. La mayor parte de estas estafas responden a las denominadas 'fraude del CEO' y 'man in the middle' por valor de 25 millones de euros. Este dinero iba a parar directamente a las cuentas de la banda en paraísos fiscales.

La Policía ha esclarecido 31 hechos delictivos, incluyendo los cometidos en otros países de la Unión Europea. No obstante se continúa recibiendo información sobre posibles fraudes en terceros países y no se descartan nuevas detenciones.