Las carencias de personal y de medios materiales de Bombers de Palma quedaron en evidencia la mañana del 31 de diciembre en el incendio en un edificio del barrio palmesano de Camp Redóncendio en un edificio del barrio palmesano de Camp Redó. El parque de sa Teulera estaba cerrado y la única autoescalera disponible era un vetusto modelo de más de treinta años, que demoró su llegada al no poder superar los 50 kilómetros por hora.

El portavoz de la Asociación Profesional de Bombers de Palma (APBP), Sergio Morcillo, hizo ayer especial hincapié en el "grave peligro" al que se expuso a los vecinos del inmueble incendiado de la calle Santa Catalina Laboure por culpa de estas carencias.

"Recibimos más de 30 llamadas. Había más de diez personas pidiendo auxilio por las ventanas y se retrasó la llegada por culpa de estas limitaciones", abundó Morcillo. En concreto, el parque de sa Teulera, el más cercano, estaba cerrado por la falta de dos chóferes. Un día antes tampoco había abierto porque no disponía de un cabo. Tampoco se pudo atender un aviso de un escape de gas.

Déficit de plantilla

Además, la autoescalera E-4, la única disponible en ese momento, carece de cinturones de seguridad para el resto de efectivos y solo podía ir en ella el conductor. Su velocidad no podía superar los 50 kilómetros por hora.

Más allá de este peligroso incendio de Camp Redó el último día de 2018, los parques de sa Teulera y de la Playa de Palma permanecían ayer nuevamente cerrados. El motivo era la falta de personal para poder sustituir a los asistentes a un curso de formación.

"No se ha repuesto el personal y se va arrastrando este déficit de plantilla", subrayó el portavoz de la APBP. De acuerdo con el catálogo establecido, los bomberos de Palma deberían contar con 265 efectivos y solo cuentan con 190. Esto supone que cuentan con 75 personas menos de las aconsejables.

Morcillo puso como ejemplo el caso de Eivissa para superar el déficit de bomberos. "Es cierto que estamos condicionados todavía por la Ley Montoro, recalcó. Así en la isla pitiusa, previa comunicación a la Delegación del Gobierno de Balears, se ha incrementado la plantilla de 37 a 56 efectivos para adecuarla a las necesidades reales.

La otra gran reivindicación de Bombers de Palma se refiere a los medios materiales. En particular, una nueva autoescalera que sustituya a la más antigua de treinta años.

En la actualidad, hay tres modelos modernos de autoescalera en otros tantos parques de bomberos. Una E-6 en la Playa de Palma, una E-7 en el parque central de Son Malferit y una E-8 en sa Teulera. Sin embargo, las averías no se reparan con celeridad y con más frecuencia de la debida hay que recurrir a la obsoleta E-4, tal y como ocurrió el pasado día 31.

"Teníamos dos autoescaleras estropeadas en el año 2015 y nos las repararon hace tres semanas. La E-4 la usamos de comodín. Pero un vehículo con más de treinta años no se puede utilizar y tendría que estar retirado", insistió.

Los otros dos vehículos que reclama la APBP para completar su parque móvil ante cualquier eventualidad son los destinados a sofocar los incendios forestales en la capital balear. En concreto, se trata de una Bomba Rural Pesada (BRP), con capacidad para 5.000 litros de agua, y otra bomba ligera, capaz de albergar 2.500 litros en su interior.

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