Un joven ha sido condenado a pagar una multa de 2.800 euros por atropellar a un peatón en Manacor cuando circulaba de forma temeraria y darse a la fuga. El acusado ha sido considerado autor de un delito de lesiones por imprudencia grave, ya que circulaba a velocidad excesiva cuando se llevó por delante a la víctima en un paso de cebra de la avenida del Ferrocarril. Además, la sentencia le retira el permiso de conducir durante dos años. El perjudicado sufrió graves lesiones y le han quedado secuelas. Otro peatón estuvo a punto de ser arrollado por el joven, pero logró evitar el atropello saltándo sobre un parterre y se golpeó la rodilla.

Los hechos ocurrieron hace ahora dos años, el 16 de enero de 2017. El acusado, entonces de 22 años, iba al volante de una furgoneta Volkswagen Candy propiedad de su madre. Según la sentencia, conducía de forma temeraria y a una velocidad superior a la permitida por la capital del Llevant.

Cuando llegó a la avenida del Ferrocarril, el procesado no se detuvo ante un paso de peatones por el que en ese momento atravesaban varias personas a la altura del colegio La Salle. El cruce estaba marcado con señales verticales y horizontales y había buena visibilidad e iluminación. "Con absoluto desprecio a las más elementales normas que regulan la circulación", sostiene el fallo judicial, el conductor arrolló a un hombre de 45 años, que salió despedido más de 11 metros. La furgoneta casi atropella a otro hombre, que dio un salto para evitar que se lo llevara por delante.

La víctima quedó tumbada sobre el asfalto con graves lesiones. Sin embargo, el conductor no frenó en ningún momento y se fugó del lugar. Lo hizo pese a ser plenamente consciente de que había atropellado a una persona, ya que el cuerpo del peatón golpeó con fuerza su vehículo, la luna delantera y uno de los retrovisores quedaron fracturados. Además, la parte izquierda del vehículo quedó abollada y el capó, desencajado. La Policía Local de Manacor abrió una investigación y al día siguiente detuvo al conductor.

El perjudicado sufrió politraumatismos con trauma de pelvis y tardó más de tres meses en recuperarse. Las graves lesiones sufridas en el atropello le han dejado secuelas en el sistema musculoesquelético, la columna vertebral y la pelvis, según la sentencia.

Un juzgado de lo penal de Palma condenó al joven conductor como autor de un delito de lesiones por imprudencia grave y le impuso 16 meses de multa con una cuota diaria de seis euros, que en total suponen 2.800 euros de sanción. Además, le privó del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores durante dos años.

El condenado recurrió el fallo ante la Audiencia Provincial, alegando que no circulaba de forma temeraria, sino que se trató de una simple distracción. El tribunal de la sección primera ha desestimado su recurso.