Trece heridos, doce de ellos con intoxicaciones leves y uno con quemaduras, y una veintena de desalojados al estallar una bombona de oxígeno y desencadenar un incendio en un edificio de Palma. Dos de las víctimas fueron hospitalizadas en Son Espases para ser exploradas.

El siniestro se produjo sobre las diez de la mañana del pasado lunes en la segunda planta de un edificio situado en el número 2 de la calle Santa Catalina Laboure, en el barrio palmesano de Camp Redó, a escasos metros de Ocimax. Al parecer, el origen del incendio se produjo al estallar una bombona de oxígeno, que precisaba un anciano, y actuó de acelerante.

En pocos minutos una espesa cortina de humo negro se alzó sobre el edificio. Numerosas dotaciones de Bombers de Palma, efectivos de la Policía Nacional y de la Policía Local y asistencias sanitarias del Ib-salut se desplazaron hasta el lugar del siniestro.

Los bomberos rescataron en autoescala a los cinco miembros de una familia de la vivienda del segundo piso donde se había localizado el foco del incendio. Habían quedado atrapados en el interior. También tuvieron que socorrer al vecino del primer piso del edificio de la calle Santa Catalina Laboure, que tampoco podía salir a la calle.

Más de una veintena de residentes tuvieron que ser desalojados de sus viviendas por bomberos y policías. Un tramo de la calle San Vicente de Paul quedó cortado al tráfico mientras los servicios de emergencias se desplegaban por la zona.

Una parte de la calle San Vicente de Paul se habilitó a modo de hospital de campaña. Las asistencias sanitarias administraron oxígeno a algunas de las víctimas que presentaban síntomas de intoxicación leve por inhalación de monóxido de carbono.

Finalmente, los facultativos decidieron el traslado a Son Espases de dos ancianos residentes en el inmueble donde se había localizado el foto del siniestro. Uno de los afectados presentaba quemaduras.

"De repente me encontré la casa llena de humo y oí gritos abajo", apuntó María Jesús, cubierta con una manta térmica, mientras abrazaba a su gato sentada en la calle San Vicente de Paul.

Otras vecinas del cuarto había podido salir por sus medios y protegían a sus pequeños perros con mantas. "No sabemos qué ha pasado. Al ver subir mucho humo y meterse en la casa, nos hemos salido al balcón hasta que vinieran a sacarnos", explicaron.

Las labores de extinción se prolongaron durante algo más de una hora. El inmueble del segundo piso, donde se había iniciado el fuego, sufrió importantes destrozos. Por este motivo, tres inmuebles tuvieron que ser precintados.

Por otra parte, un hombre de unos 60 años resultó intoxicado y una treintena de vecinos fueron desalojadas por otro incendio declarado ayer por la mañana en Palma. El fuego causó cuantiosos daños en el piso siniestrado, que al igual que otras dos viviendas fueron precintadas ante el riesgo de derrumbes. El siniestro se produjo poco antes de las once de la mañana en el tercer piso del número 30 de la calle Socors, del que empezó a salir una densa humareda negra. Al parecer, el morador de la vivienda se quedó dormido mientras fumaba y un colchón se prendió fuego.

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