El principal acusado del caso de Nuria Ester Escalante, cuya desaparición fue denunciada el pasado 31 de octubre en Eivissa, se negó ayer a colaborar con la Guardia Civil y no quiso acompañar a Sant Antoni a los investigadores para reconstruir las últimas horas que la víctima y él pasaron juntos. Sin embargo, sí declaró ante la jueza de Instrucción número 4 de Eivissa, Carmen Robles, e insistió en su inocencia.

La Guardia Civil trasladó ayer por la mañana a los juzgados de Eivissa al principal sospechoso de la desaparición violenta de Escalante desde el centro penitenciario, donde permanece en prisión preventiva desde el pasado 29 de noviembre, al igual que los otros tres acusados por un presunto homicidio doloso. Sin embargo, sobre las once de a mañana el considerado como el autor del crimen, de origen polaco, abandonó la sede judicial. La policía judicial cuenta con imágenes registradas por cámaras de seguridad donde se ve al considerado el autor del crimen con Escalante.

El caso continúa bajo el secreto de sumario, pero fuentes de la investigación explicaron a este diario que está "muy avanzado" y que se cerraría "pronto". No obstante, la Guardia Civil todavía continúa buscando el cuerpo de la alicantina de 52 años de edad.

La investigación

Hace casi dos meses que la policía judicial de la Guardia Civil de Eivissa emprendió una investigación que les llevó a constatar que Escalante no desapareció de forma voluntaria y que fue víctima de algún tipo de violencia. El equipaje de la mujer apareció en una casa okupa junto a un descampado a la entrada de Sant Antoni, lo que motivó que un equipo de Criminalística de la Guardia Civil de Mallorca se desplazara rápidamente a Eivissa. Al parecer, encontraron restos de sangre, aunque no se ha informado si pertenecen o no a la desaparecida, ya que el juzgado que tutela la investigación, el Juzgado de Instrucción número 4, ha decretado el secreto de sumario.

Finalmente, los agentes arrestaron a cinco hombres, para quienes la jueza instructora decretó prisión provisional sin fianza. Unos días después, uno de ellos quedó en libertad provisional. La Guardia Civil les atribuye la presunta comisión de un delito de homicidio doloso.

Los agentes buscaron en los alrededores de la casa okupa y también en la zona del camping de Sant Antoni, situado justo enfrente. También rastrearon, con la ayuda de un perro especializado, en el cauce del torrente de Buscastell, que atraviesa el lugar, y en los pozos que hay en la zona e incluso emplearon una excavadora en las inmediaciones de la casa okupa situada junto a un antiguo taller, en busca del cuerpo.

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