"¡Auxilio. Llamen a emergencias. No tengo teléfono móvil!". Con estas palabras, el residente en el quinto A del número uno de la calle Girona de s'Arenal de Llucmajor hizo la pasada madrugada una llamada desesperada al resto del vecindario y a los transeúntes de la calle a través de los cristales. Su domicilio se encontraba envuelto en llamas. Una estufa pegada a unas cortinas era, al parecer, la causante del siniestro.

El fuego, el fuerte olor a quemado y el humo no tardó en pasar desapercibido al resto de vecinos. A estos signos inequívocos se sumaron los gritos de socorro del vecino del quinto.

Las aproximadamente cuarenta personas que residen en este edificio de seis plantas de s'Arenal de Llucmajor tuvieron que ser desalojadas. Agentes de la Policía Local fueron llamando puerta por puerta a los residentes para que salieran de inmediato de sus viviendas con lo puesto.

El fuego podría haberse iniciado, según las primeras hipótesis, al prender una estufa las cortinas. El interior de la vivienda quedó totalmente destruido por las llamas, las altas temperaturas y la gran humareda.

El siniestro se declaró sobre la una y veinte de la madrugada en el quinto piso del edificio del número 1 de la calle Girona de s'Arenal de Llucmajor. Los vecinos avisaron a los servicios de emergencia, al ver salir las llamas y una espesa cortina de humo. Ante las grandes dimensiones que cobró el fuego en poco tiempo acudieron a sofocar el incendio dotaciones de Bombers de Palma y de Bombers de Mallorca, procedentes de los parques de Calvià y Llucmajor. También se movilizaron efectivos de la Guardia Civil, Policía Local de Llucmajor y las asistencias sanitarias del Ib-salut.

A la intemperie

Como medida de precaución, los efectivos de la Policía Local de Llucmajor desalojaron a las cuarenta personas que en esos momentos se encontraban durmiendo en el edificio. Al tener que esperar los vecinos a la intemperie, durante la fría madrugada, a que sofocaran las llamas, siete vecinos fueron trasladados en coche a l centro de salud, a la espera de que se sofocaran las llamas.

Al parecer, el joven residente en el quinto A presentaba síntomas de intoxicación leve por inhalación de humo. Fue atendido en el centro de salud de s'Arenal y se determinó que su tos por haber respirado el humo no revestía especial gravedad.

Las labores de extinción se prolongaron hasta las cuatro y media de la madrugada. A esa hora se permitió a los residentes -a excepción del vecino de la quinta planta, cuya vivienda quedó completamente arrasada- regresar a sus respectivos domicilios.

La Guardia Civil abrió una investigación para tratar de esclarecer las causas del siniestro. No obstante, las primeras hipótesis apuntan a que el incendio se declaró al prender fuego una estufa a las cortinas de la vivienda de la quinta planta.