"Lucía fue a la Guardia Civil porque tenía miedo de él. Me dijo que él la había seguido hasta el cuartel. Me dijo que se iba de Mallorca, que no aguantaba más, que le tenía miedo. Ella me comentó que iba a ir a su casa a buscar su maleta y su ropa. Llamamos al teléfono de maltrato a la mujer y no nos contestó nadie. Ella se fue a su casa, nos dimos el último beso". La mujer a la que cuidaba Lucía Patrascu recordó que la madrugada del 29 de mayo de 2016, horas antes del crimen, la víctima estuvo en las dependencias de la Guardia Civil del Port de Pollença para denunciar a su marido.

"Él le decía que era una puta, que le ponía los cuernos. La despreciaba, le decía que era tonta, un día le arrojó un cenicero. Ella evitaba estar a solas con su marido. Me pidió quedarse en mi casa a dormir porque le tenía miedo y no tenía dónde ir. Estaba desamparada y le dije que viniera a dormir a casa", indicó la testigo. Lucía llevaba unos 15 días durmiendo en su casa. La madrugada del crimen, el acusado llamó por teléfono a la mujer preguntando por su esposa. "A las seis de la mañana él me llamó, fui a buscar a Lucía a la habitación pero no estaba allí, estaba preocupadísima porque no me contestaba al teléfono", recordó la mujer.

Varios testigos confirmaron que vieron al hombre cómo acuchillaba a la mujer en el balcón de su casa. "Tengo la imagen de ella agarrada a los barrotes del balcón cuando estaba agonizando", apuntó un vecino. Otra residente que acudió a socorrer a la víctima destacó que oyó unos gritos desgarradores y luego un silencio: "Él se sentó en el bordillo a esperar a la Policía. Te daba la sensación del deber cumplido. Para nada parecía borracho, no olía a alcohol ni se tambaleaba". Otra vecina confirmó este extremo y rememoró el brutal asesinato: "Vi cómo la acuchillaba en el balcón. Luego la levantó del suelo por el pescuezo y le pegó una puñalada por detrás por la espalda. Él bajó a la calle y me dijo ´yo soy el asesino, yo la he matado´. Le pregunté por qué lo había hecho y me dijo que porque ´era una puta´. Él estaba muy tranquilo, muy tranquilo. No estaba bebido. Coordinaba bien".