Lucía Patrascu llamó por teléfono al Instituto de la Mujer horas antes de ser asesinada a cuchilladas por su marido en el balcón de su casa en el Port de Pollença el pasado 29 de mayo de 2016.

"Hay un registro de llamada al teléfono del Instituto de la Mujer. Es una llamada de 36 segundos. No se sabe si hubo contestación o saltó el contestador. Es una llamada del teléfono de Lucía al Instituto de la Mujer. Es un teléfono de ayuda pública y asistencia o consejo en temas de violencia de género", ha precisado hoy un guardia civil de la Policía Judicial durante la tercera sesión del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia de Palma contra Ioan Ciotau por matar a su esposa.

"Solo hay llamadas del acusado a Lucía, él estaba tranquilo y coherente", ha añadido el investigador.

"Por las diligencias practicadas y las declaraciones de mis compañeros me enteré de que ella estuvo en el cuartel en el cambio de turno. Ella acudió porque tenía algún tipo de problema con su pareja. No recuerdo si ella lo quería denunciar", ha detallado el guardia civil.

"Al detenido se le intervino los efectos y dinero que llevaba encima", ha manifestado el testigo.

Un policía local de Pollença que fue el primer agente en llegar al lugar del crimen también ha recordado que el sospechoso se hallaba tranquilo en la calle tras los hechos. "El acusado estaba muy tranquilo, demasiado tranquilo. Le pregunté si había sido él y me dijo que sí con la cabeza y me puso las manos delante como para que lo detuviera. Luego, subí a la casa. Un vecino médico atendía a la señora. Yo prácticamente no vi a la víctima. Al subir a la vivienda, vi un cuchillo en el suelo del comedor. Para evitar un mal mayor, decidí coger el cuchillo con los guantes de intervención y apartarlo y llevarlo a la cocina. En la calle, la gente estaba muy nerviosa, insultaban al acusado, le decían de todo. Eran 50 o 60 personas. Me lo llevé al cuartel de la Guardia Civil que está muy cerca", ha explicado hoy el agente ante el jurado popular.