La Policía Nacional de Palma arrestó a los padres de un bebé de un mes que el pasado lunes ingresó en grave estado en el hospital de Son Espases con signos de haber sufrido malos tratos y con trazas de cocaína en la sangre. El pequeño presentaba indicios del "síndrome del bebé zarandeado", cuando se producen lesiones cerebrales y oculares a consecuencia de movimientos bruscos en la cabeza. La madre de la criatura fue detenida ese mismo día en el hospital, y el padre al día siguiente. Los dos quedaron en libertad con una orden judicial que les prohíbe acercarse al pequeño.

Según informó el miércoles la Policía, la Jefatura Superior tuvo conocimiento el pasado lunes, cuando recibió un oficio urgente del juzgado de guardia para que realizaran gestiones en relación a un bebé de un mes que había ingresado ese mismo día en la UCI pediátrica del hospital de Son Espases.

Agentes de la Unidad de Familia y Mujer (Ufam) de la Policía se desplazaron al hospital de Palma y se entrevistaron con los médicos que habían atendido al bebé. Se trataba de un pequeño de un mes que había ingresado con graves lesiones, que corresponderían con el síndrome del bebé zarandeado. Además, en los análisis toxicológicos que le realizaron en el centro médico arrojó una alta concentración de cocaína.

Del examen médico se desprendía que el bebé habría sido agitado violentamente en distintas ocasiones, lo que le podría haber provocado graves lesiones cerebrales y oculares. La alta concentración de cocaína podría haberla adquirido de su madre, durante la lactancia.

Tras diversas gestiones, los policías procedieron a la detención de la madre, una joven de 29 años que estaba en el hospital, como supuesta autora de un delito de malos tratos en el ámbito familiar. La mujer fue conducida el martes a disposición del juzgado de guardia, que la dejó en libertad con cargos, aunque le impuso una orden de alejamiento del bebé.

Mientras tanto, el mismo martes fue arrestado el padre, a su llegada a Mallorca desde Eivissa. El hombre, de 28 años de edad, fue conducido ayer al juzgado. Al igual que su pareja, quedó en libertad con una orden que le prohíbe acercarse al recién nacido.

El Servicio de Menores del Consell de Mallorca se ha hecho cargo de la custodia del bebé, que sigue ingresado en Son Espases. El bebé ha evolucionado favorablemente durante estos días en el hospital y ha podido dejar la UCI y pasar a una habitación del Área de Pediatría.

Los médicos todavía están pendientes de realizar diferentes pruebas al bebé para calibrar las secuelas que puede sufrir.