La autopsia practicada ayer al bebé de siete meses que falleció el pasado martes al caer por unas escaleras cuando su padre lo llevaba en brazos en una casa de campo a las afueras de Andratx ha confirmado que se trató de un desgraciado accidente.

Los forenses han comprobado que las severas lesiones que presentaba la criatura, en especial un grave traumatismo en la cabeza, son compatibles con una caída fortuita al haberse golpeado contra el suelo.

El bebé y su progenitor se precipitaron por las escaleras debido a que el hombre tropezó con un pequeño perro de la familia. El padre quedó inconsciente a causa del golpe y cuando se recuperó descubrió a su hijo gravemente herido. Lo llevó rápidamente en su furgoneta al PAC de Andratx. El pequeño se hallaba en parada cardiaca, por lo que los facultativos trataron de reanimarlo. Acto seguido, fue trasladado en ambulancia con urgencia al hospital de Son Espases, pero allí los especialistas confirmaron el fallecimiento del bebé.

La Policía Judicial de la Guardia Civil inició una investigación para aclarar lo ocurrido. Los primeros indicios apuntaban a una caída accidental.

Ayer por la mañana, la autopsia realizada en el Instituto de Medicina Legal de Palma ratificó que la causa de la muerte del bebé fue accidental.

Los facultativos detectaron diversos traumatismos en la víctima, uno de ellos de especial gravedad en la zona de la cabeza. Estas lesiones se produjeron cuando el bebé era llevado en brazos por su padre y ambos cayeron de forma fortuita por las escaleras de una casa en obras, situada en la carretera de Andratx a Estellencs, en las proximidades del Coll de sa Gramola. El suceso causó una gran conmoción entre los vecinos de Andratx y el Portgran conmoción entre los vecinos de Andratx y el Port.