La fiscalía reclama una pena de cinco años de cárcel para un joven de origen marroquí de 21 años por robar de madrugada el pasado verano en el monasterio de Sant Bernat, en el Secar de la Real, en Palma.

El muchacho, que actualmente está en prisión provisional y que cuenta con un procedimiento de expulsión abierto, presuntamente accedió al convento a mediados de agosto de este año en plena noche tras trepar por el muro que rodea el recinto.

Acto seguido, cruzó el huerto y desmontó un cristal de acceso a la sacristía. Desde allí, se introdujo en la zona de habitaciones. En uno de los dormitorios de un monje se apoderó de su mochila con 80 euros y las llaves de varios conventos de la isla, lo que obligó a cambiar 20 cerraduras y causó un perjuicio de más de 6.000 euros.

Cuando el perjudicado se percató de la presencia de un intruso en su habitación, el ladrón huyó a toda prisa por la ventana y escapó por los tejados del monasterio.

Semanas después, a principios de septiembre, presuntamente perpetró otro robo en el convento de los Franciscanos de Artà utilizando un 'modus operandi' similar. Por este último hecho no se le acusa en este procedimiento. La Policía Nacional detuvo al sospechoso, quien ingresó en prisión.

El joven ha comparecido esta mañana en la sede de Vía Alemania, en Palma, para ser juzgado, pero la vista se ha suspendido y se ha aplazado para mediados de diciembre porque ha renunciado a su abogada defensora. El muchacho se ha mostrado esquivo ante la sala y el magistrado ha tenido que llamarle la atención.

El sospechoso, que se encuentra en situación irregular en España, cuenta con una condena anterior de mediados de mayo de 2016 en la que se le impuso un año de prisión por un delito de robo con fuerza en casa habitada. Ahora, se enfrenta a una petición de pena del fiscal de cinco años de cárcel por otro delito de robo con fuerza en casa habitada. Esta pena se le podría sustituir por su expulsión del territorio nacional y prohibición de entrar en España durante cinco años.

El ministerio fiscal también aprecia la circunstancia agravante de reincidencia, ya que el joven cuenta con antecedentes por hechos similares.

El robo se produjo en la madrugada del pasado 17 de agosto de 2018 cuando el encausado acudió al monasterio de Sant Bernat, en el Secar de la Real, en Palma y trepó un muro del recinto. Luego, desmontó un cristal de la zona de la sacristía y se introdujo en una habitación de un monje, donde robó una mochila que contenía 80 euros y las llaves de varios conventos.

Una vez se hizo con el botín, huyó del dormitorio a través de los tejados del convento. Al haberse apoderado de los juegos de llaves, fue necesario cambiar 20 cerraduras, lo que produjo unos gastos de 6.050 euros. También causó desperfectos en el tejado por valor de más de 700 euros, ya que rompió varias tejas árabes.

En concepto de responsabilidad civil, la fiscalía solicita que el joven sospechoso pague una indemnización de más de 6.800 euros por los daños ocasionados y lo sustraído.