Mujeres latinas eran obligadas a prostituirse en un piso de la calle Aragón de Palma Una pareja ecuatoriana conminaba a las víctimas a permanecer 21 días en el inmueble y a prestar servicios sexuales durante un mínimo de 21 horas diarias. Durante todo este tiempo tenían que estar disponibles para los clientes. Cualquier ausencia de más de tres horas era multada fuertemente. La Policía Nacional ha detenido a los proxenetas, un hombre de 47 años y una mujer de 24 años, por un presunto delito contra los derechos de los trabajadores, relativo a la prostitución y blanqueo de capitales.

Los proxenetas se aprovechaban de la acuciante necesidad económica de estas mujeres para explotarlas sexualmente y hacerlas vivir en condiciones infrahumanas. Todas las víctimas permanecían alojadas en una habitación contigua de la casa, repleta de literas y sin intimidad alguna. Por dormir en estos camastros, los explotadores les cobraban una cantidad, al igual que por lavar las sábanas.

Al tener constancia de las pésimas condiciones en las que vivían todas estas mujeres en un inmueble de Palma, de la calle Aragón, investigadores de la Unidad Contra Redes de Inmigración y Falsedad (UCRIF) de la Policía Nacional activaron la denominada 'Operación Jause'. Los explotadores mantenían a las mujeres bajo un férreo control en todo momento.

La Policía Nacional detiene a los responsables de un club de alterne que ofrecían servicios sexuales

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Las mujeres habían llegado a Palma en una situación de extrema necesidad en su países de origen. Habían llegado de vacaciones, pero acabaron ejerciendo la prostitución en las lamentables condiciones que les imponían los proxenetas. Las tenían que acatar sin rechistar y solo podían quedarse con 24 euros por relación sexual, el resto de lo que pagaba el cliente se lo apropiaban los explotadores.

Gracias a la explotación de las mujeres en pésimas condiciones, la pareja ecuatoriana de proxenetas lograba amasar unos ingresos de 80.000 euros al mes. Este dinero lo blanqueaban a través de un completo entramado económico cuyo destino final era Ecuador.

Durante el registro practicado por los agentes de la Policía Nacional el pasado miércoles en este inmueble de Palma reconvertido en burdel, los investigadores encontraron documentación acreditativa de los abultados ingresos mensuales, hallaron 30.000 euros en efectivo, ordenadores portátiles y numerosos teléfonos móviles.