Dos clonadores de tarjetas de crédito han aceptado este jueves en la Audiencia de Palma sendas penas de dos años de prisión por falsificar documentos y estafar realizando compras en superficies comerciales de la ciudad a principios de 2013.

Los dos acusados, de 36 y 42 años, ambos de origen nigeriano y que se enfrentaban a peticiones de condena de ocho años de cárcel, han reconocido los hechos ante el tribunal de la sección segunda.

Los dos sospechosos no ingresarán en la prisión, ya que se les ha suspendido la pena por un periodo de tres años, en el que no podrán volver a delinquir.

Además de los dos encausados, en la causa figura un tercer implicado, que se encuentra en situación de rebeldía.

Los hechos se remontan a principios de 2013 cuando los acusados manipularon varias tarjetas de crédito haciendo constar en las bandas magnéticas números y titulares distintos a los que le correspondía, no coincidiendo el titular con la numeración ni la entidad bancaria que las expidió.

Los sospechosos se valieron de las tarjetas falsificadas y de documentos de identidad con nombres ficticios que también habían sido manipulados para realizar compras en establecimientos de Palma.

Así, el pasado 11 de febrero de 2013, uno de los acusados usó una tarjeta clonada en un hipermercado de la calle General Riera para adquirir un ordenador portátil y una tablet.

Tres días después, el mismo hombre, acompañado de una mujer, compró joyas en un establecimiento comercial en el Coll den Rabassa con otra tarjeta falsificada y un documento de identidad a nombre de otra persona. En esa ocasión, adquirió un collar y un colgante de oro por importe de 304 euros y una gargantilla y una cadena de oro por 1.295 euros.

Poco después, trató de realizar otras dos compras por un montante de 1.400 euros pero estas fueron denegadas.

El 18 de febrero de 2013, el encausado adquirió en otro centro comercial en Portopí otro ordenador portátil, una tablet, un Ipad y joyas mediante el empleo de otra tarjeta clonada.

Ese mismo día, los dos sospechosos se personaron en otro comercio en la calle General Riera donde trataron de comprar otro ordenador con una tarjeta bancaria clonada, pero la compra fue rechazada. Lo intentaron de nuevo con unas botellas de whisky que al final tuvieron que pagar en efectivo.

Con posterioridad, los dos hombre fueron detenidos y se les incautaron dos tarjetas que previamente habían sido manipuladas mediante la implantación en su anverso de una cobertura plástica en la que se habían añadido varios datos con letras adhesivas. Las tarjetas falsificadas pertenecían a entidades bancarias de Estados Unidos.

La Policía también les intervino una licencia de conducir inglesa a nombre de otra persona, documento que había sido confeccionado por fotocomposición.

Por estos hechos, ambos encausados se han declarado este jueves responsables de un delito de falsedad en documento oficial, un delito continuado de falsificación de tarjeta de crédito en concurso con un delito continuado de estafa.