Hace unos días, los vigilantes de seguridad de los juzgados de Vía Alemania y la Policía Nacional tuvieron que correr para auxiliar a un detenido que al parecer había sufrido un ataque epiléptico cuando se encontraba dentro de uno de los calabozos. Mientras uno de los profesionales acudía a toda prisa a avisar a una forense, otros agentes intervenían para tratar de contener al afectado para que no se hiciera daño. Al final, la facultativa pudo controlar al hombre.

Menuda cacería

La semana pasada, un comisionista, un taxidermista y un fotógrafo fueron detenidos por robar un cuerno de rinoceronte negro valorado en 400.000 euros en una gran finca rústica de Bunyola. Todos ellos quedaron libres al pasar a disposición judicial. El taxidermista confesó haber cogido el asta y dar el cambiazo con una réplica. Según su versión, podía costar entre 30.000 y 50.000 euros abatir un rinoceronte de ese tipo en un país donde están permitidas estas cacerías.

El amante de los animales

Entre los sospechosos del hurto figuraba un amante de los animales. El fotógrafo de origen italiano aseguró ante el juez de guardia de Palma que se dedicó a hacer fotos a los trofeos de caza y a las dependencias de la finca, entre ellas una capilla. Según manifestó, le pareció "horrible" ver tantos animales muertos y llegó un punto en que no quería ver más y, por eso, salió al exterior a fumar un cigarrillo.

El marine herido

Un tripulante de un portaviones norteamericano que navegaba en aguas próximas a Mallorca resultó herido en un ojo cuando trabajaba con una herramienta. Sufrió una delicada lesión, por lo que fue evacuado en un helicóptero de la Marina estadounidense hasta el hospital de Son Espases, en Palma. Una vez en el centro hospitalario de referencia, el marine fue sometido a varias pruebas y derivado al quirófano para operarle del ojo.

"Amiga, amiga no"

Esta semana una monitora de una asociación juvenil de la isla declaró como testigo en un juicio contra un compañero, director de esta entidad, acusado de abusar sexualmente de una niña de ocho años durante una acampada. La mujer, al inicio de su declaración, explicó que conocía al sospechoso de hace muchos años. Reconoció ser amiga de él en las actividades que realizaban desde la asociación, pero no tener una gran relación de amistad que fuera más allá. "Amiga, amiga no soy", insistió la testigo. El tribunal de la sección primera la entendió de inmediato.

Rescate de un gato que subió a un pino en Inca

IncaEl jueves por la mañana, varias personas alertaron de que un gato se había subido a la copa de un pino en la avenida Reyes Católicos, en Inca. Al lugar acudieron patrullas de la Policía Local y una dotación de los Bombers de Mallorca, que rescataron al minino en buen estado pero muy asustado. El animal quedó a cargo de la entidad protectora Moix de Inca.