La Policía Nacional ha detenido en los últimos días a un joven de 18 años por un delito de abusos sexuales con penetración a su novia de 15 años en Palma. El sospechoso fue puesto a disposición judicial ayer por la mañana y se negó a declarar ante el juez. El muchacho poco después quedó en libertad con una orden de alejamiento y de no comunicarse con la víctima. Además, el magistrado del juzgado de violencia sobre la mujer número 1 de Palma acordó comparecencias periódicas en el juzgados todos los días 1 y 15 de cada mes.

La perjudicada, de 15 años, ratificó su denuncia en la sede judicial. Según su versión, mantenía una relación de noviazgo intermitente con el joven, ya que sus padres se oponían a que estuviera con él porque ya era mayor de edad, al tener 18 años.

La adolescente explicó que mantuvo relaciones sexuales completas con su novio, pese a que no eran consentidas. La ley española establece que la edad mínima de consentimiento sexual son los 16 años. Por tanto, cualquier contacto sexual con un menor que tenga menos de 16 años es delito, según recoge el Código Penal en su artículo 183.1, independientemente de que haya consentimiento o no.

Abusos continuados

La víctima detalló que estos hechos se sucedieron media docena de veces, mayoritariamente en el domicilio del joven, de origen colombiano, en Palma.

Además, la perjudicada subrayó que era coaccionada por parte del sospechoso, que la presionaba y presuntamente ejercía una situación de superioridad sobre ella por la diferencia de edad existente para conseguir finalmente doblegar su voluntad y tener sexo completo.

Otras veces, la adolescente se opuso a las prácticas sexuales, pero él supuestamente hizo caso omiso y abusó de ella. Durante uno de estos episodios, la pareja fue sorprendida por un familiar. La perjudicada finalmente relató lo ocurrido y denunció la situación de abusos que padecía.

La Policía Nacional arrestó esta semana al joven sospechoso de 18 años por un delito de abusos sexuales por haber tenido sexo con su novia, de 15. Ayer por la mañana, el muchacho se acogió a su derecho a guardar silencio ante el juez de violencia sobre la mujer de Palma. Ni la fiscalía ni la acusación particular pidieron su ingreso en prisión. El magistrado le dejó libre pero con la prohibición de acercarse y comunicarse con la víctima.