Rafael Pantoja, de 45 años, entró en la tienda donde trabajaba como cajera su excompañera, Sacramento Roca Martín, de 36, por la puerta de salida. El hombre se acercó a la mujer por la espalda, agachado para que no le viera. Entonces la sorprendió y, en cuanto ella se giró, le propinó seis puñaladas en el tórax. La mujer cayó al suelo y él emprendió la huida. Toda la escalofriante escena quedó recogida en la grabación de la cámara de vigilancia del comercio, que ya está en poder de la Policía.

Los agentes del Grupo de Homicidios continuaban ayer con las diligencias sobre el caso. Durante la mañana los forenses le practicaron la autopsia a la víctima, cuya conclusión no arrojó sorpresas. Sacramento Roca Martín falleció casi en el acto, después de que algunas de las seis puñaladas que recibió le alcancasen órganos vitales. Ello hizo inútil la intervención de los servicios médicos de urgencia. Hasta tres ambulancias se reunieron en la tienda Conforama, en la calle Aragón de Palma, poco después del crimen, pero no pudieron hacer nada por la vida de la mujer.

Los investigadores del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional registraron ayer por la tarde el domicilio del presunto asesino de Sacramento, situado en el Eixample de Palma.

Sacramento Roca había presentado una denuncia ante la Policía Nacional el pasado día 12 relatando que el día anterior le habían pinchado las ruedas de su coche, y mostrando sus sospechas de que había sido Rafael Pantoja, que habría actuado por despecho después de que hubiera roto la relación un mes antes. La mujer añadió que creía que él había colocado varios carteles en farolas de Palma con el texto: "Llámame si quieres pasar un buen rato" y su número de teléfono.

Según explicó en esta denuncia, habían mantenido una relación sentimental durante un año, desde octubre de 2017 hasta el pasado 13 de octubre. Durante este tiempo, manifestó, no había sufrido malos tratos. Tras romper con él, el hombre había empezado a llamarla para tratar de reconciliarse y había llamado también a una de sus amigas para que intercediera en su favor.

El pasado día 11, según la denuncia presentada ante la Policía, el hombre se presentó en Conforama y le dijo a una de las vigilantes de seguridad del centro que quería hablar con ella. Pero Sacramento se negó. Cuando acabaron su jornada, se encontraron que habían rayado la pintura del coche de la vigilante y a Sacramento le habían pinchado tres ruedas.

La mujer añadió que tras la ruptura descubrió que alguien había colocado al menos dos carteles pegados en farolas -uno en Son Oliva y otro en la Estación Intermodal- ofreciendo sexo y con su número de teléfono. El texto decía: "Si quieres pasar un buen ráto, llámame". Añadió que pensaba que el responsable podría ser también su excompañero.

Sorprendida por la espalda

El pasado viernes, sobre las seis menos cuarto de la tarde, Rafael Pantoja regresó a la tienda de la calle Aragón. Entró por la parte de atrás, donde está la salida, se acercó agachado a su excompañera por la espalda y le propinó seis puñaladas en el pecho. La víctima cayó al suelo y el autor emprendió la huida perseguido por varios testigos. Toda la escena fue captada por las cámaras de seguridad del comercio.

Los forenses realizaron ayer la autopsia a la mujer fallecida y confirmaron que alguna de las seis puñaladas recibidas era mortal, ya que le afectó a órganos vitales. Ello explica que pese a la asistencia sanitaria que recibió por parte del personal de tres ambulancias que acudieron a la tienda, Sacramento Roca falleció allí mismo.

Según señalaron fuentes del entorno de Rafael Pantoja, antes de acabar con la vida de Sacri acudió a casa de su exmujer, la madre de sus hijas, y la amenazó. Pero ella se negó a abrirle la puerta.

El hombre fue trasladado a los calabozos de la Policía Nacional, donde sufrió una crisis de ansiedad y empezó a autolesionarse dándose fuertes cabezazos contra las paredes del calabozo. Fue conducido esa misma noche a la sala de detenidos del hospital Son Espases, donde ayer permanecía sedado en el área de psiquiatría bajo fuerte vigilancia.