El hombre acusado de la muerte de su nieta en Manacor comparece esta mañana ante la jueza que investiga el caso. El abuelo, de 56 años, está imputado por un delito de homicidio imprudente por olvidar a la bebé de 10 meses en su coche, en el que permaneció encerrada durante ocho horas en pleno verano. Ayer, los padres de la víctima aseguraron que el hombre llevaba dos meses encargándose de la pequeña sin problemas.

El sospechoso, defendido por el abogado Miquel Àngel Ordinas, explicó en su declaración ante la Policía Nacional el día de los hechos que no fue consciente de que se había dejado a la bebé en el vehículo hasta que su hijo le llamó para preguntarle por ella. El hombre contó que acudió a buscarla a Son Macià, como hacía a diario, y fue con ella a Manacor para dejarla en la guardería. Estacionó el coche delante de su domicilio y se fue a tomar un café a un bar dejando a la niña en el coche y olvidándose de ella por completo.

Fue él mismo quien encontró a su nieta inerte en el coche hacia las cuatro de la tarde, unas ocho horas después de dejarla allí. La madre había acudido a la guardería para recorgerla, pero las cuidadoras le dijeron que el abuelo no la había llevado esa mañana. Así, los padres contactaron con el hombre, quien tras unos instantes de dudas bajó a la calle y encontró el cadáver de la bebé en su coche.