Con solo cuatro meses, 'Doky' despuntaba como candidato idóneo para detectar explosivos en la Jefatura Superior de Policía de Balears. Con diez años, este perro labrador mallorquín de pelo negro ha visto recompensada su labor con la más alta distinción para un can, la Mención Honorífica, el pasado 27 de septiembre y fue agasajado por el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska.

Su buen carácter está considerado el más adecuado para este can para una labor tan sumamente delicada como detectar explosivos. Sus adiestradores destacan "su entereza, valentía e integridad ante estímulos del exterior". Se centra en su labor y no se deja impresionar ni distraer por eventualidades del entorno. Su estado psicofísico y su perfecto equilibrio fue rápidamente percibido y valorado por su guía canino. No tardó en darse cuenta de su inmenso potencial.

Sus continuas ganas de aprender, su elevado potencial olfativo, su temple y su seguridad ante las situaciones más extremas le han catapultado para ejercer su trabajo con una efectividad excepcional. A estas características se une su carácter alegre y juguetón. Su respuesta al adiestramiento es inmejorable, al igual que su perfecta compenetración con su guía. Hasta el punto de que el vínculo que une al perro con el adiestrador se cataloga de "inquebrantable".

La actuación de 'Doky' se ha hecho notar en miles de requisas preventivas. En todas ellas ha destacado su intensidad, energía y determinación. En numerosas ocasiones ha formado parte de dispositivos extraordinarios -Casa Real, visitas de autoridades nacionales y extranjeras, o amenazas terroristas-, unidos a gran cantidad de incidencias por la presencia de posibles artefactos explosivos a cualquier hora del día o de la noche. Su estrecha colaboración con los TEDAX y la Brigada de Información contribuye a insuflarles ese plus de seguridad ante las situaciones más peliagudas.

Tras una década con una hoja de servicios inmejorable, la carrera policial de 'Doky' está llegando a su fin. Los motivos por los que este labrador negro se ha hecho merecedor de la más alta distinción, entre otros muchos perros policía de toda España, no solo han sido por sus incontables actuaciones destacadas. También ha efectuado una importante labor social. Su carácter alegre y juguetón no es óbice para que su obediencia sea catalogada de extraordinaria. Se ha hecho notar en las visitas a miles de niños y otros tantos ancianos. Ha colaborado con la Delegación de Participación Ciudadana en exhibiciones y visitas a hospitales infantiles y a residencias de la tercera edad.