Carlos P.F., el acusado de asesinar a su pareja Xue Sandra, de 34 años, quemándola viva en el domicilio familiar en Alcúdia en el verano de 2016, será juzgado por un jurado popular.

La Audiencia de Palma ha suspendido el juicio por el crimen, previsto para este martes, y ha devuelto la causa al juzgado de instrucción de Inca que investigó los hechos para que acomode el caso lo más rápido posible a la Ley del jurado.

El tribunal de la sección segunda ha estimado la cuestión planteada por el fiscal, que ha alegado que el tribunal competente para enjuiciar estos hechos es el jurado popular. La acusación particular y la defensa se han opuesto por considerar extemporánea la petición del ministerio público.

La sala ha resuelto que el crimen de Alcúdia debe ser juzgado por un jurado. La Audiencia de Palma se ha remitido a los acuerdos del pleno del Tribunal Supremo de 2010 y 2017 para argumentar que la competencia viene determinada por el delito principal. En este caso, el sospechoso, de 38 años y que actualmente está en prisión provisional, presuntamente mató a su pareja y lo intentó con su hijo, un bebé de 22 meses, pegando fuego. Según la sección segunda, el incendio era un medio para asegurar acabar con la vida de dos personas.

La fiscalía reclama una condena de 39 años de cárcel a Carlos P.F. por un delito de incendio en concurso con un asesinato con alevosía y ensañamiento y otro delito de incendio en concurso con un asesinato en grado de tentativa.

La Audiencia de Palma ha concluido que el delito más grave es el asesinato consumado que arrastra al otro delito, la tentativa. Por ello, es competencia de un tribunal popular.

Además, la sala ha acordado devolver la causa al juzgado de instrucción de Inca que investigó los hechos para que acomode el caso "lo más rápido posible a la Ley del jurado". Según la sección segunda, lo ideal sería remitir el procedimiento directamente al tribunal popular para su enjuiciamiento, pero la Ley del jurado tiene una exigencias y trámites que deben cumplirse.

Durante la vista oral de este martes ha estado presente el presunto asesino, Carlos P.F., que se ha mostrado cabizbajo y tembloroso en todo momento sentado en el banquillo de los acusados. Cuando era trasladado por la Policía Nacional, el hombre, con una espesa barba, se ha tapado la cabeza con una capucha.

Los hechos se remontan al verano de 2016. El acusado mantenía una relación sentimental con Xue Sandra, con la que tenía un hijo en común de 22 meses, y convivían en el domicilio familiar situado en el Camí de s´Hort, en Alcúdia. A finales de junio, su relación era inestable, según la fiscalía. El 28 de junio de 2016, mantuvieron una discusión en la que la joven le comunicó que no quería volver con él, si bien accedía a que él siguiera viviendo en la finca. El procesado se marchó de la vivienda advirtiéndole que volvería para matarla.

Al día siguiente, 29 de junio, sobre las siete y media de la mañana el hombre regresó al domicilio familiar tras proveerse de un litro de gasolina instantes antes en una gasolinera próxima "con el firme propósito de acabar con las vidas de su pareja y de su hijo menor", según el fiscal.

El acusado se aprovechó de que era muy temprano y las dos víctimas se encontraban durmiendo en la habitación principal. Entró en la vivienda golpeando la puerta de entrada, subió al dormitorio principal y se encontró con la mujer, quien alertada por el ruido había salido de la habitación. Entonces, la roció con gasolina y le pegó fuego con un mechero, lo que originó un incendio, según la acusación pública.

La perjudicada, envuelta en llamas, fue corriendo a coger a su hijo para evitar que también fuera alcanzado por el fuego. Acto seguido, saltó por la ventana de la habitación al exterior de la casa con el bebé en brazos. Así, logró escapar del lugar con el niño conduciendo su propio coche hasta llegar a casa de su madre, en la zona de Mal Pas, donde pidió auxilio gravemente herida por las quemaduras sufridas.

El fiscal destaca que la joven víctima padeció un extraordinario sufrimiento tanto físico como psíquico. Sufrió quemaduras, la mayoría de segundo grado, en el 80 por ciento del cuerpo. Fue trasladada urgentemente a la Unidad de Quemados del Hospital de la Vall d´Hebron en Barcelona. Allí, fue sometida a múltiples intervenciones en aras a salvar su vida, pero finalmente falleció el pasado 8 de agosto de 2016.

Mientras su hijo, sufrió quemaduras de primer grado en una mejilla y una pierna, contusiones, hematomas y otras lesiones de las que tardó en curar 30 días. La vivienda incendiada, que estaba arrendada a la víctima, resultó dañada. Los desperfectos están valorados en más de 13.700 euros.