Un juzgado de Palma decretó ayer el internamiento en un centro psiquiátrico de un enfermo mental que fue sorprendido en una vivienda de la ciudad a la que entró a robar. La magistrada absolvió al acusado porque cuando ocurrieron los hechos tenía sus facultades anuladas por la esquizofrenia que padece, pero ordenó como medida de seguridad su internamiento durante un año. El hombre, de 42 años, se coló en una finca tras romper una persiana.