La Guardia Civil está analizando los repetidores de telefonía móvil en Cala Pi para situar al asesino o asesinos de Vasile M.C., el ciudadano rumano de 49 años cuyo cadáver fue hallado el pasado lunes por la tarde tras un margen de la carretera de Cap Blanc a s'Estanyol, en las inmediaciones de Cala Pi (Llucmajor). En un principio, se barajó que la muerte podía ser accidental, pero la autopsia confirmó al día siguiente que se trataba de un crimen.
Vasile M.C., que se movía en el mundo de la indigencia en Palma y le constaban varios antecedentes por robos con fuerza por parte de la Policía Nacional, fue asesinado el pasado fin de semana tras sufrir una tremenda paliza a golpes y ser acuchillado varias veces hasta ser degollado. Murió desangrado, según los forenses.
La Policía Judicial sospecha que, tras el crimen, su cuerpo fue transportado en un vehículo hasta una zona de campo de Cala Pi. Allí, abandonaron el cadáver. Un buscador de setas lo encontró el lunes a las cuatro y media de la tarde. Deste entonces, los agentes están volcados en las pesquisas.
Los investigadores están triangulando las señales de telefonía móvil en este paraje para tratar de ubicar a los sospechosos, el asesino y sus cómplices, y así poder identificarlos. Estas gestiones suelen ser habituales en círculos policiales para resolver los casos.
Uno de los objetivos es geolocalizar las señales y al portador del teléfono móvil en una franja de horas concretas.
Los agentes, además, están rastreando las líneas telefónicas del fallecido, Vasile M.C. El hombre podría diponer de varios números de teléfono. La Guardia Civil también analiza las últimas llamadas de la víctima.
La Policía Judicial prosigue realizando gestiones, bajo la tutela de un juzgado de instrucción de Palma, que abrió diligencias tras el hallazgo del cuerpo sin vida cerca de Cala Pi, para aclarar las circunstancias del crimen.
Los investigadores mantienen abiertas varias hipótesis. Vasile pudo morir por un ajuste de cuentas o por una violenta pelea tras una riña con indigentes.
