La Guardia Civil investigaba ayer las causas de la muerte de un hombre de 35 años cuyo cadáver fue descubierto junto a un muro en el campo, cerca de la carretera de Cap Blanc a Cala Pi, en el término municipal de Llucmajor. El cadáver presentaba sangre en la cara y posibles mordeduras de animales, que estaban pendientes de ser examinadas por el forense.

El hallazgo se produjo sobre las cuatro y media de la tarde, en un campo cerca de la carretera de Cap Blanc. Una persona que buscaba setas descubrió el cuerpo, que aparentaba llevar ya bastante tiempo sin vida. Al lugar acudieron dotaciones de la Policía Judicial de la Guardia Civil y de la Policía Local de Calvià, así como una comisión judicial.

De la primera inspección se desprendía que el hombre pudo fallecer a causa de una enfermedad súbita o una caída. En la cara y el cuello presentaba lo que parecían mordeduras de animal, aunque estas se podrían haber producido después de la muerte.