"La alarma es más para los payeses que para los vecinos. Estos perros pueden atacar a animales, pero no pensamos que vayan a hacer nada a las personas". El alcalde de Puigpunyent, Biel Ferrà, hizo ayer un llamamiento a la calma tras la preocupación provocada por la fuga de una jauría de media docena de perros de una finca de la zona de Son Net, que se metieron en la Reserva Natural del Galatzó y atacaron a un poni.

Varios de los animales volvieron durante el día a su casa, y ayer por la tarde solo seguían sueltos dos de ellos. Agentes de la Guardia Civil, policías locales y expertos de Natura Park y Medi Ambient participaban en una batida para capturarlos.

La alarma inicial fue mayor por la mañana, cuando algunos comentarios apuntaban a que se había escapado varios perros lobo de una finca de Son Net. Se trataba de un grupo de animales domésticos, con chip y la documentación en regla. No obstante, el ayuntamiento aclaró que los canes no eran de razas peligrosas y apuntó que solo constituían un peligro para otros animales, ya que huyen de las personas. Sin embargo, el hecho de ir en una jauría los convertía en potencialmente peligrosos.

Los animales se metieron en la Reserva Natural del Galatzó, donde hay numerosos animales sueltos, y atacaron a un poni, lo que incrementó la preocupación por la zona. El consistorio señaló que se habían instalado varias trampas en la reserva para capturarlos.

A lo largo del día varios de los perros volvieron voluntariamente a la finca, por lo que ayer por la tarde solo quedaban dos animales sueltos. La Guardia Civil movilizó a los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), que realizaron una batida junto a agentes de la Policía Local y personal de Medi Ambient y de Natura Park, que aportaron unas jaulas para intentar capturar a los perros.