Un hombre, de 65 años, sacó una pistola de airsoft e intimidó con ella al automovilista que le había tocado el claxon por cruzar demasiado lento mientras hablaba por el móvil. Agentes de la Policía Local de Calvià acudieron al lugar, localizaron al hombre, le requisaron el arma y le detuvieron en Illetes por este motivo.

Los hechos ocurrieron la tarde del pasado viernes en el Paseo de Calvià. Un conductor de 25 años se exasperó ante la lentitud de un hombre al cruzar un paso de peatones mientras hablaba por el teléfono móvil. A continuación, el automovilista tocó el claxon al transeúnte para que acelerara la marcha.

La sorpresa del conductor fue mayúscula. Ante los pitidos del conductor y las recriminaciones por la lentitud, el viandante se detuvo abruptamente en mitad del paso de peatones. Acto seguido, el transeúnte se sacó una pistola de la espalda y apuntó con ella hacia el cielo.

El conductor quedó aterrorizado ante la supuesta posibilidad de que le descerrajara un tiro. En cuanto pudo huyó y avisó desde su teléfono móvil al 112 para denunciar lo ocurrido.

Agentes de la Policía Local de Calvià se hicieron cargo del caso. Tras contar con la descripción del individuo que portaba el arma, los funcionarios dieron una batida por la zona. Finalmente localizaron a un sujeto que encajaba con el perfil de la persona que había sacado el arma.

En concreto. el sujeto se encontraba sentado en un banco del Paseo de Calvià, entre Bendinat e Illetes. Cuando uno de los agentes le tocó la espalda se percató de que llevaba el arma. Se trataba de una pistola de airsoft, con un gran parecido con una auténtica.

Cuando los agentes preguntaron al hombre por qué portaba el arma, el individuo argumentó que la había comprado "para matar gatos". El sujeto también poseía antecedentes penales por tráfico de drogas.

Los policías sancionaron al infractor por no contar con la tarjeta necesaria para portar este tipo de armas fuera de un recinto privado, según la normativa municipal. Las pistolas de airsoft son fáciles de adquirir, tienen un precio de 80 euros, pero pueden causar lesiones graves según la distancia y la parte del cuerpo a la que se le apunte. Al ser un hecho delictivo, las diligencias fueron traspasadas a la Guardia Civil.