Policía Local y Guardia Civil están investigando la autoría de media docena de robos con violencia ocurridos en las últimas semanas en las estaciones de tren de Inca y IncaMarratxí. Las víctimas siempre son menores de edad que son asaltadas al atardecer. En varios casos, han sido agredidas y golpeadas con dureza para arrebatarles los efectos de valor que llevaran encima.

Los sospechosos son un grupo de muchachos. Varios de ellos son de complexión fuerte, pese a ser menores de unos 16 o 17 años. No dudan en utilizar la violencia para apoderarse de los teléfonos móviles y el dinero en efectivo que tengan los perjudicados.

Los agentes han recibido media docena de denuncias de asaltos que reúnen el mismo 'modus operandi', por lo que se podrían atribuir a la misma banda de jóvenes atracadores.

Los padres de los menores perjudicados han mostrado su preocupación ante esta situación tras conocer que no se trata de un caso aislado de robo, sino que los asaltos se han venido repitiendo en las últimas semanas en las estaciones de tren de Marratxí y de Inca.

Una vez han llegado las denuncias a los agentes, se han iniciado las pesquisas pertinentes para tratar de identificar a los sospechosos y localizarles.

La principal hipótesis con la que trabajan los investigadores, tanto policías locales como guardias civiles, es que se trata de un pequeño grupo de adolescentes muy activo que se dedica a atracar a otros menores en las inmediaciones de las estaciones de tren en la zona de es Raiguer.

Como medida preventiva, se ha incrementado la vigilancia en estos lugares, mientras prosiguen las diligencias.

La banda de asaltantes normalmente actúa a últimas horas de la tarde, cuando ya oscurece. Los atracadores seleccionan a una víctima cuando está sola y sin posibilidad de escapar y se acercan a ella. Los sospechosos le exigen que les entregue todos los efectos de valor que lleve encima. El botín suele ser un teléfono móvil y dinero en metálico.

Los investigadores cuentan con algún caso en el que los ladrones han desplegado una gran violencia sobre el afectado, al que no solo le han intimidado de forma verbal, sino que también le han agredido con golpes hasta lograr desvalijarle. Estos hechos han causado inquietud entre los vecinos de la zona.