Un acusado que se encuentra en prisión preventiva desde hace cinco meses como consecuencia de una disputa familiar, se confesó ayer culpable de un delito de malos tratos por la agresión a su pareja sentimental. El acusado cumplirá una condena de siete meses de prisión y no podrá acercarse a la víctima, ni comunicarse con ella, durante un año. Los hechos ocurrieron el pasado mes de mayo en Menorca. El joven tuvo una disputa física con su novia. Tras empujarla contra la pared, empezó a pisotearla. Cuando la mujer intentaba huir, el agresor la agarró del cuello y la arrastró a la habitación. La encerró y comenzó a propinarle bofetadas en la cara y a morderla en la barbilla. A continuación, según reconoce en su propia confesión, la arrojó contra la cama y le lanzó un cenicero en la cabeza. Aprovechando que la mujer estaba aturdida, la ató de pies y manos a las patas de la cama con una cuerda de ganchillo. Permaneció atada varias horas, hasta que logró pedir ayuda.