Los daños en calles, establecimientos comerciales y vehículos en s'Illot son cuantiosos. La localidad zona costera de la localidad, que pertenece a los municipios de Manacor y Sant Llorenç, aparece llena de barro, escombros y vehículos arrastrados por la torrentada.

Los equipos de rescate han descartado que haya víctimas en los vehículos varados en la desembocadura de la riera y ahora centran los rastreos dentro del mar. La sexta víctima mortal ha aparecido en el núcleo y todavía está sin identificar. Entre los 9 desaparecidos se halla un taxista que llevaba en su vehículo a una pareja de turistas británicos que acababan de llegar a Mallorca para pasar sus vacaciones. Los cadáveres de estas dos personas fueron hallados anoche junto al taxi, pero el conductor no pudo ser localizado.

Las tiendas de s'Illot también han sufrido los efectos de la riada y muchos comerciantes han visto como las mercancías almacenadas se han echado a perder. Sobre las once de la mañana ha sido reabierto el puente que une los dos núcleos de s'Illot, los de Sant Llorenç y Manacor. Decenas de turistas pasean por la localidad sorprendidos y preocupados por los daños de la torrentada.

De forma paralela, varias excavadoras y dotaciones de la Guardia Civil y los Bomberos trabajan a destajo en uno de los torrentes desbordados y donde hay varios camiones y turismos varados y destrozados. Esta zona de búsqueda está situada a un kilómetro del casco urbano de Sant Llorenç.

Según uno de los guardias civiles presentes en el lugar "no se puede descartar que en el interior de los coches casi sepultados por toneladas de barro y basura se encuentren víctimas mortales".

Un grupo de jóvenes marroquíes ha acudido al lugar para tratar de localizar su coche. El vehículo ha sido liberado por las excavadoras y ha aparecido totalmente destrozado.

En el núcleo de Son Carrió, pedanía de Sant Lloreç, es donde se ha encontrado la novena víctima mortal de las inundaciones. El pequeño pueblo también ha amanecido arrasado por el agua, especialmente la zona más cercana al torrente. Toni Binimelis explica el desastre en la casa de sus suegros y en las calles de Son Carrió, totalmente presa del barro, la humedad y los coches amontonados. Por su parte, Noa es un italiano que ha acudido a ayudar a las labores de limpieza y recuerda que en su país han vivido situaciones similares.