"La 'torrentada' de Sant Llorenç no se ha producido porque el torrente estuviese sucio. Si hubiese estado limpio como una patena, untado de ´saïm´ para facilitar el paso del agua, hubiese sucedido igual. El problema no es la suciedad. El problema es la cantidad de agua que cayó".

Así se ha expresado este miércoles el profesor titular de la UIB de Geografía Física, Miquel Grimalt, con una tesis doctoral sobre la ´geografía del riesgo´ en Mallorca y premio de investigación Ciutat de Palma.

Grimalt apunta otras claves para explicar la catástrofe. Recuerda que, en la década de los cuarenta, Sant Llorenç des Cardassar se acercó a dos torrentes a medida que crecía en el plano urbanístico. Uno de ellos, detalla, es el Ses Planes.

"Es muy peligroso, porque es muy deficiente arrastrando el agua", indica el experto, quien recuerda además que el núcleo está rodeado de montañas, lo que, en este tipo de fenómenos meteorológicos, provoca una "punta muy grande" de precipitación.

"Aunque hubiera una canalización muy grande, no bastaría para evitar este tipo de situaciones. Aún diría más. Ninguna canalización de Mallorca es suficiente si se produce una inundación de esta magnitud", manifiesta, en declaraciones a este diario.

La catástrofe podría haber sido mayor, con otra tipología constructiva en la localidad. En este sentido, Grimalt -que actualmente es investigador responsable del Grupo de investigación de Climatología, Hidrología, Riesgos Naturales y Territorio- dice que no se han producido más víctimas, porque no hay muchos casas en los márgenes del torrente. Lo que hay sobre todo, relata, son talleres y otro tipo de almacenes "que han quedado arrasados".

Evitar que se vuelva a producir

Cuando acaben las tareas de rescate y reconstrucción, la pregunta que saltará al primer plano es la siguiente: ¿se puede hacer algo para evitar que se repita en el futuro?

Grimalt menciona varios factores. El más importante, dice, es la "educación". "Seguro que la gente mayor del pueblo, cuando vio que llovía así, sabía que vendría una ´torrentada´. Con 200, 300 litros por hora, dirían ´aquí va a pasar algo´. Y esta memoria, esta educación, la hemos perdido. No se tiene que perder esta cultura", argumenta.

Grimalt agrega otros factores como establecer una franja de protección más amplia en los márgenes de los torrentes, optimizar las obras de ingeniería y establecer un sistema "eficiente" de alerta meteorológica. "Esto se veía venir. Desde las seis de la tarde, la intensidad de la lluvia estaba fuera de cualquier medida", arguye.