Lo que en principio era un paquete con unas simples zapatillas para un recluso, luego se descubrió que en realidad se trataba de un envío de droga. Un juzgado de Palma ha condenado hoy a un hombre a un año y tres meses de cárcel por tratar de introducir hachís en el centro penitenciario de la ciudad para su hermano preso en el verano de 2017.

El sospechoso se personó en la prisión de Palma para entregar un par de zapatillas destinadas a su hermano. El paquete despertó las sospechas en el control de accesos de la cárcel. Los investigadores inspeccionaron el calzado a conciencia y descubrieron diez envoltorios con 86,8 gramos de cannabis sativa, tipo resina de hachís, valorada en el mercado ilícito en 476 euros.

La droga estaba escondida en las zapatillas. Nada más localizarla, fue intervenida. Según la fiscalía, las sustancias estupefacientes en ningún momento llegaron a circular en el interior de la prisión.

Los hechos ocurrieron el pasado 16 de julio de 2017, sobre las diez y cuarto de la mañana, en el centro penitenciario de Palma. Allí estaba preso el hermano del acusado. Ese día intentó hacerle llegar unas zapatillas con droga. El paquete fue interceptado y nunca llegó a su destinatario.

Hoy por la mañana, el encausado, de 43 años, ha reconocido los hechos y se ha declarado autor de un delito contra la salud pública en la sede judicial de Vía Alemania. El magistrado ha dictado sentencia 'in voce' y le ha impuesto una pena de un año y tres meses de cárcel y 500 euros de multa. El fallo ya es firme.

El hombre no entrará en la prisión porque el juez le ha suspendido la condena por un periodo de tres años.